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Llamamos a todos y a todas no a soñar, sino a algo más simple y definitivo, los llamamos a despertar. - Sup Marcos (1/enero/1999)

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“Porque en el fondo, uno ama al mundo a partir de la certeza que este mundo, triste mundo convertido en campo de concentración, contiene otro mundo posible. O sea, que el horror está embarazado de maravilla.” -Eduardo Galeano

lunes, 31 de diciembre de 2007

dos mil ocho = noventa y cuatro

me parece que el primero de enero del dos mil ocho tiene grandes semejanzas con aquel de hace catorce años, donde el “ya basta” nos despertó del sueño de opio del ingreso, con bombo y platillo, al primer mundo…. (confesión personal: en mi caso, el “ya basta” no me estremeció sino hasta años después. para lavarme las manos pudiera decir que en el noventa y cuatro tenía doce años y que los reyes magos aún llenaban mis zapatos con regalos en aquel enero. aunque tarde, justo es mencionar que aquella rebeldía es la que marcó mi camino y me ha hecho soñar y trabajar en la construcción de un mundo nuevo, éste sí justo.)

el noventa y cuatro marcó la puesta en marcha del tratado de libre comercio de norteamérica.

el dos mil ocho marca la ofensiva final del tratado de libre comercio al campo mexicano. los aranceles a los granos básicos se terminarán en el último minuto de esta noche vieja. como jugando escondidillas : “estén listos o no, ahí voy”, así las importaciones sin límites de maíz, frijol, azúcar, etc. cruzarán la frontera en contrasentido de nuestros campesinos.

durante el noventa y cuatro nadie veíamos –ni siquiera imaginábamos- la capacidad de organización de los olvidados pueblos indígenas. a nadie nos indignaban las terribles condiciones de vida (eufemismo para condiciones de muerte) a las que se les ha condenado.

en el dos mil ocho, nada ha cambiado en la condena de los pueblos indígenas. tampoco hemos aprendido a mirarlos, a respetarlos, a escucharlos… mucho menos a conocer su capacidad de organización. nadie volteó al territorio yaqui para escuchar el tejido de la diversidad de voces indígenas allí reunidas en octubre en el encuentro de pueblos indígenas de américa.

pero dos importantes diferencias hay entre ambas fechas: ahora el campesinado también tiene motivos de sobra para salir a las calles (y no precisamente a correr con sus maletas al ritmo de las doce campanadas) este primero de enero; y, la organización de los pueblos indígenas se ha fortalecido más allá de chiapas.

que no nos llame la extrañeza si -mientras nos comemos las uvas, escupimos sus semillas, abrazamos a los familiares, barremos la puerta de la casa hacia afuera, corremos con maletas hasta la esquina de la casa, aventamos lentejas, revisamos que nos hayamos puesto los calzones amarillos y rojos, todo esto antes de que la doceava campanada se vuelva silencio- miles de mexicanos indígenas y campesinos –con copales encendidos alumbrando su paso- bajan de sus montañas, salen de sus bosques y selvas, en silencio, de la mano de la niebla para gritarnos, una vez más:

¡¡YA BASTA!!

por cierto, aprovecho para desearles un año nuevo lleno de alegrías… que su camino encuentre salud, amor y trabajo…

pablo

domingo, 30 de diciembre de 2007

Los pueblos indios son la solución, no el problema

comp@s, aprovecho mi opinión sobre el inicio de año para recordar este texto que se publicó en junio... saludos... pablo



comp@s...

el primero de enero del 2006 dió inico esa esperanza que es la otra campaña. ya más de 18 meses desde que el caminar y escuchar recorren dignamente este méxico que duele....

la primera parte de la segunda etapa de la otra campaña acaba de terminar...

¿mis impresiones? los pueblos indígenas se están organizando... en sus asambleas, sus territorios, sus modos y sus tiempos... en ese viento que la ciudad y la televisión no sabemos escuchar.... no los vemos, no los escuchamos... pero el rumor de la fuerza y resistencia del méxico profundo se está enarbolando...

de allí, de sus miradas, de su trabajo, de sus palabras y corazones vendrán, inesperádamente - tanto como el primero de enero de 1994- y nos regalarán esperanza para un otro mundo posible...

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el pasado lunes 18 de junio, en el suplemento Ojarasca de la jornada, Hermann Bellinghaussen escribe y nos remarca la importacia de los pueblos indígenas en el transcurrir de la otra campaña... el título habla ya de por sí.... va el texto...

saludos y buen camino
pablo

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Los pueblos indios son la solución, no el problema


Hermann Bellinghausen

La vuelta fue alrededor, a lo largo y adentro. La otra campaña recorrió en 2006 el país lo más completo que se pudo. Que fue bastante. Atravesó todos los estados por sus capitales y por sus cerros, costas, lagos, ríos, presas y lagunas, bosques, barrancas, selvas y desiertos, pueblos chicos, pueblos grandes, orillas de camino, fronteras, minas, comarcas devastadas, bolsas de exilio interior, burdeles, casas particulares, universidades y barrios más pobres y agraviados de lo que las buenas conciencias de las urbes se atreverían a imaginar.

Con escasas excepciones, y en su caso relativas, la Comisión Sexta del EZLN se encontró con prácticamente todos los pueblos indígenas que viven en México. Algunos, los más extendidos, aparecieron varias veces en distintas entidades y condiciones. Los nahuas acogieron a la otra campaña en Guerrero, Jalisco, la Huasteca, el Distrito Federal, Puebla, Michoacán. Los zapotecos, mixtecos y triquis en Oaxaca y más allá: Baja California, Sinaloa, Valle de Anáhuac, sur de Veracruz. En las "regiones de refugio" de pueblos olvidados o negados: pames, pimas, te'enek, huachichiles, caxcanes. En las tierras ancestrales del wixárika, rarámuri, maya, mixe, purhépecha, totonaca com'cac, amuzgo, chontal, popoluca, tzeltal, tzotzil, chol, ñahñú, mazahua, tepehuano, yoreme del Yaqui y del Mayo. Y con los más últimos cucapá, kumiai, kiliwa, kikapú. Salieron a sus paso mazatecos, guarijíos, mames, chinantecos, huaves, tohono od'ham, tojolabales, zoques.

Consejos de ancianos, gobernadores tradicionales, representantes ejidales o de bienes comunales, alcaldes por usos y costumbres, ayuntamientos populares, municipios autónomos, autoridades policiacas comunitarias, organizaciones indígenas de migrantes o productores. Bajo múltiples formalidades, la Comisión Sexta fue recibida en decenas de pueblos del sur, el norte, el centro, las costas y el resto. Y se entrevistó con ellos. Ocasionalmente, el delegado Zero recibió bastones de mando o alguna investidura de honor. Pero los encuentros no eran para eso, sino de trabajo y sí, encuentro. De hablarse y ver acuerdo.

El respeto y la autoridad moral del Ejército Zapatista de Liberación Nacional se pusieron a prueba, como anunciaba la Sexta Declaración de la Selva Lacandona desde 2005. El enviado de los mayas chiapanecos zapatistas encontró hermanos por todas partes. La participación constante del Congreso Nacional Indígena en el recorrido nacional reveló que los pueblos tienen rato de haberse encontrado y estarse hablando. Y que la rebelión, la resistencia y la autonomía zapatista forman parte de las conciencias y los corazones de los pueblos originarios.

Los Acuerdos de San Andrés son bagaje de todos estos pueblos. Los reivindican, los respaldan y, cuando pueden, los aplican como ley. No hay que olvidar que muchos de ellos participaron directamente en los diálogos de San Andrés en 1995 y 1996. Y los que no llegaron entonces, se sumaron pronto o lo siguen haciendo, decididos a que nunca más haya un México sin ellos. Nunca lo ha habido, ni lo habrá mientras México exista.

La comunidad de todos los pueblos es muy amplia. En sus fortalezas y sus problemas. Comparten la permanente amenaza de perder tierras, aguas y territorios, paroxísticamente acelerada por los programas neoliberales de "titulación" de predios vía Procede y Procecom, y también invasiones toleradas por el gobierno, expropiaciones por motivos falsos (vgr: "ecología" es como llaman al turismo extensivo, la bioprospección, los desarrolllos residenciales y la explotación de recursos que son de todos). El vil despojo. También comparten la exigencia de una vida mejor, y la doble identidad: como el pueblo que son y como parte de la Nación.

Un fantasma recorre el México rural, en particular indígena: el del "nuevo" artículo 27 constitucional. Junto con el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica, significa una declaración de guerra de exterminio, presuntamente "benigna", contra los pueblos indios. Pues está la tenaza maligna: caciquismo casi indistinguible del narcotráfico, corrupción generalizada de todos los niveles de gobierno que tienen que ver con las comunidades, represión selectiva, militarización, paramilitarización, esterilización forzosa de mujeres con la zanahoria del programa Oportunidades.

El poder les combate sus lenguas y busca desfondar sus culturas. Destruye sus hábitos alimentarios, contamina sus aguas, milpas y cielos. Les quiere arrebatar sus maíces e imponerles a Monsanto. La protección de precios, cargas fiscales y mercados no es para ellos, sino para Wal Mart, Coca Cola, Aguas de Barcelona, Peñoles, Lala, Nestlé, Haliburton, Iberdrola, Telmex. Para los acaparadores de café, pesca, frutas y verduras, leche, carne de vaca y de chivo son todas las licencias y estímulos. Para las maquiladoras esclavizantes.

Los pueblos indios son el primer blanco del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el Pentágono. Las políticas "sociales" de los gobiernos se pretenden paralizantes. Y la expansión de los negocios, de preferencia extranjeros, tiene prioridad.

La otra campaña constató tal tendencia a la desigualdad bruta también en ciudades, zonas industriales y regiones no indígenas. En algunos casos ya casi consumada (Cancún, Los Cabos, Huixquilucan). Muchas ciudades capitales ya son tipo americano, o eso creen sus dueños. Dos o tres, como San Luis Potosí, Nuevo Laredo o Torreón, ya empezaron a morir por plomo lento, arsénico y otros venenos industriales.

Pero el recorrido también constató que las resistencias se multiplican por abajo. Y que los pueblos indígenas son los primeros valladares contra el Procede. Tienen "más clara la película", y un apego sagrado al suelo que pisan. La migración los atraviesa como espada, pero ni así abandonan tan fácil la tierra. No es mercancia. No les pertenece, le pertenecen a ella. Como dice la parábola india, "no heredamos la tierra de nuestros antepasados, la tomamos prestada de nuestros hijos". Y debe ser común para hacerla vivir entre todos.

Cuando los "cerebros" salinistas/zedillistas (Arturo Warman, Luis Téllez Kuenzler, Gustavo Iruegas) "decidieron" que la demanda autonómica de los indígenas era una "amenaza de balcanización" del país y "ponía en riesgo la unidad nacional", ocultaban que su meta era, precisamente, facilitar la balcanización de México por el mercado libre y la globalización. No obstante la falacia, el argumento aún determina las políticas económicas y políticas, y ya permeó de manera acentuada las doctrinas militares y de seguridad nacional. Por eso ni Zedillo ni Fox cumplieron su compromiso de honrar los Acuerdos de San Andrés. Y Calderón, bueno, ¿qué cree el lector que hará?

La "amenaza" de la autodeterminación indígena es la opuesta: estorba para una verdadera balcanización, la entrega del país al mejor postor. Los pueblos exigen ante todo, como dijera la comandanta Esther en el Congreso de la Unión en 2001, su derecho a ser mexicanos. Que les pregunten hoy mismo a los huicholes de Tuapurie, los seris de la isla del Tiburón, los otomís de Querétaro y Guanajuato, los mayo de Sinaloa y Sonora, los rarámuri de la Tarahumara, los zapatistas de Chiapas, los totonacas de Veracruz y Puebla, los zapotecos y mixtecos de Oaxaca, Baja California Norte, Coatzacoalcos, Distrito Federal y Los Ángeles. Ellos son quienes más resisten. Insisten en seguir siendo mexicanos, ser reconocidos y respetados como tales.

Las leyes los han traicionado. Esto es, los legisladores de todos los partidos en el Congreso; las secretarías de Reforma Agraria, Agricultura, Medio Ambiente, Educación Pública, Gobernación; la Comisión de Pueblos Indios; las cortes de justicia. Exilio, pobreza o cárcel es la oferta. Los pueblos organizados esperan poco o nada de las instituciones.

Algún día la Nación reconocerá que la principal defensa de la soberanía nacional y el amor a México ha estado todo este tiempo en los pueblos indígenas. Que es falso considerarlos "atrasados" y "reacios al progreso". Su modernidad es original y realista. Saben, como T. S. Elliot, que sin tradición no hay modernidad.

Negar a los pueblos indios es hábito vergonzante de los poderes mexicanos y de una sociedad hegemónica que no se reconoce racista pero lo es, y mucho. Siempre ha representado una estupidez de efecto genocida. Hoy se materializa numéricamente en los censos, y prácticamente en los programas educativos y de salud, la obra pública --aeropuertos, autopistas, hidroeléctricas y proyectos eólicos, urbanizaciones--, la planeación turística. De prevalecer los intentos de exterminio de los pueblos indios, implicarán un suicidio nacional.

En su travesía por (y con) los cerca de 60 pueblos indígenas del país, la otra campaña encontró el núcleo duro de la resistencia nacional. El extraordinario movimiento popular oaxaqueño, y la brutal respuesta que ha recibido la APPO por parte del Estado confirman que el horno no está para bollos. Y que quienes más se oponen con eficacia y sentido a los procedes y las expropiaciones "a la malagüeña", como expresó un campesino mestizo de Linares, Nuevo León, son los pueblos indígenas.

Si uno busca evidencias, Oaxaca no es mal punto de partida. Los pueblos indios practican la democracia (aunque imperfecta: por ejemplo falta mucho en materia de igualdad para las mujeres); lo hacen con nitidez, autenticidad, solidaridad, tolerancia y sentido de la justicia.

Por supuesto que el bombardeo institucional para desmantelar las comunalidades es múltiple: división religiosa o por partidos políticos, malas resoluciones agrarias, clientelismo, paramilitarización, alcoholización, manipulación mediática, ruptura de tejidos agrarios y comunales. Si alguien duda que la desigualdad en México es de las mayores a escala planetaria, baste señalar que para estos pueblos resulta más costoso que para los ricos y las empresas pagar energía eléctrica, impuesto predial, transporte, gestión comercial o atención médica.

La otra campaña no sólo encontró estas evidencias. También las que apuntan a que nuestro país tiene esperanzas. Sin la participación directa y en primera persona de los pueblos originarios, sin su fuerza y sabiduría, no habrá resistencia civil pacífica que valga, ni una nueva Constitución que proteja a la Nación y los derechos humanos. Para decirlo pronto, sólo con ellos es posible un México nuevo, democrático, justo y soberano .

Voces de cuatro generaciones de mujeres zapatistas

comp@s, en estos días (del 29 de diciembre al 1 de enero de 2008) se está llevando a cabo en el caracol de la garrucha el encuentro de las mujeres zapatistas con el mundo....


en este contexto, Gloria Muñoz Ramirez publicó lo siguiente es su columna "Los de Abajo" en el periódico La meJornada (29/12/2007)

Voces de cuatro generaciones de mujeres zapatistas:

“Antes yo tengo que levantar muy temprano. Tengo que agarrar 20 mazorcas y no hay molino, en piedra molemos, pero había piedra bonita y sacamos 100 tostadas. No hay la paga en la finca y mi marido de balde está trabajando semanas, no hay dinero, ni un peso. De la tienda del patrón sacan el maíz, comemos y lo debemos, y si saca un kilo de sal pues ahí lo va pagar toda la semana. No hay ropa, buscamos con nuestro patrón si va a dar un peso, dos pesos, pero no hay. El patrón pega, y por qué no. Mi tata murió y bien que lo chicoteaban, por eso murió. Mi marido también pega. Sólo conseguí a hombre para pegar, entra a pegar, patea, jala pelo. No es mi gusto casar, pero vienen los patrones, los caporales, y ellos dicen vas a escoger ese hombre. Me dijeron vas a casar con él. Así lo cogí. Tuve dos hijos: una hija y un hijo, la hija ya murió, ya estaba grande pues, murió de puro corrimiento y calentura.”

“Empiezo mi día moliendo el maíz. Mi trabajo es hacer tortilla, mantener a la familia, lavar, cargar leña, traer maíz, asear la cocina. Después empezamos a moler para la tortilla de la tarde, desgranamos nuestro maíz, lo ponemos a cocer, y si hay corte de café pues temprano nos vamos a cortar. Luego regresamos, hacemos nuestra comida en la tarde, y luego ya a dormir. Aparte de esto tenemos trabajo en la organización. Nosotras tenemos nuestro colectivo de la tienda, y ahí las mujeres trabajamos. Somos 53 compañeras, y nos organizamos por turnos cada día. Estamos orgullosas, porque llevamos nuestra administración. Hay solteras y casadas, y pensamos que si da paguita nuestra tienda pues podemos comprar dos vaquitas, y así sale dinero para cuando una compañera va a una marcha, a un trabajo colectivo o a tomar curso.”

“Yo soy promotora de educación autónoma. Es muy importante este trabajo, porque los niños van a aprender muchas cosas. Nuestros padres empezaron la lucha, nosotras le seguimos y los niños la van a terminar. Aquí se quiere a los niños y a las niñas, y se les va a enseñar con amor las letras. A mí me eligieron en la comunidad para este trabajo, y lo acepté porque me gusta. Había pocas mujeres cuando recibí el curso, sólo cuatro, porque es muy difícil caminar desde aquí al caracol de La Realidad a tomar los cursos, y también porque a veces no las mandan sus papás a las mujeres jóvenes, porque piensan que van a buscar novio y ya no van a regresar. Es difícil, cuesta mucho que una mujer acepte un cargo, porque se piensa que la mujer sólo sirve para hacer el aseo de la casa, casarse y tener hijos. Pero ya se está cambiando. Ya no es igual. Me gusta ser promotora de educación, porque es un amor diferente a los niños y ellos nos enseñan muchas cosas.”

“Yo tengo ocho años y cuando me levanto le voy a dar de comer al marrano, luego torteo y lavo traste y cuido mi hermanito, junto basura y desgrano maíz. Ya luego me voy a la escuela y ahí aprendo las matemáticas. Juego a correr y trepamos en el palo. También al juego del pañuelo y a la pelota. Ser zapatista es que luchamos por agua, paz y comida.”

jueves, 13 de diciembre de 2007

PRIMER COLOQUIO INTERNACIONAL IN MEMORIAM ANDRÉS AUBRY... "... PLANETA TIERRA: MOVIMIENTOS ANTISISTÉMICOS..."

para la banda que le interese, pueden descargar todos los audios de lo sucedido en este coloquio acá: http://www.radioinsurgente.org/index.php?name=pagetool_news&news_id=252

No dejen de escuchar lo dicho por Naomi Klein y por John Berger.... saludos...



comp@s... les comparto la invitación al coloquio en memoria de Andrés Aubry. Éste se realizará en San Cristobal de las Casas, Chiapas del 13 al 17 de diciembre de 2007...

pues para quien le interese y ande por allá podrá escuchar a john berger, naomi klein, pablo gonzález casanova, enrique dussel, immanuel wallerstein, sup marcos, entre otros....


y pues si ya andan en jovel por esas fechar, pues de allí se pueden lanzar para acteal, a la conmemoración de los 10 años de la masacre....


COMP@S... PARA QUIEN QUIERA VER EL COLOQUIO EN VIVO DESDE CUALQUIER PARTE DEL MUNDO MUNDIAL HAGAN CLICK AQUÍ


PARA LEER LAS CONFERENCIAS Y VER EL VIDEO DEL EVENTO (NO EN VIVO), DAR CLICK AQUÍ








muchos saludos, buen camino,
pablo

Los cínicos no sirven para este oficio - Ryszard Kapuściński



comp@s, les comparto un fragmento del libro Los cínicos no sirven para este oficio. Sobre el buen periodismo del periodista polaco Ryszard Kapuściński (Anagrama, 2007, p.p. 19 - 20). En este fragmento Kapuściński se refiere a los "dotes necesarios" para realizar un trabajo periodístico de primer nivel.

Les comparto esto porque lo que dice Kapuściński aplica (casi al pie de la letra) para quienes realizamos trabajo con gente, con comunidades.....

chido.....

"Debe ser testigo de todos los acontecimientos de relevancia que se producen en un territorio de treinta millones de kilómetros cuadrados (la superficie de África), debe saber lo que está ocurriendo al mismo tiempo en los cincuenta países del continente, lo que ha ocurrido allí antes y lo que puede suceder en el futuro, conocer por lo menos la mitad de las dos mil tribus que conforman la población africana, dominar cientos de detalles técnicos [...]. También debe ser un hombre de gran resistencia física y psíquica, pues, por más que piense ¿de qué nos sirve nuestro corresponsal si se abandona a la depresión y cae en un estado de postración que lo inmoviliza y le impide escribir una sola palabra en los momentos en que se suceden acontecimientos de máximo interés e importancia? [...] Tampoco puede ser corresponsal el que tiene miedo de la mosca tse-tse, de la cobra negra, del elefante, de los caníbales, de beber agua de ríos y arroyos, de comer tartas hechas de hormigas asadas; el que se estremece con sólo pensar en las amebas y en las enfermedades venéreas, en que le robarán y lo apalearán; el que ahorra cada dólar para construirse una casa cuando vuelva a su país; el que no sabe dormir en una choza de barro africana, y el que desprecia a la gente sobre la cual escribe."



viernes, 7 de diciembre de 2007

AUTOGOLPE por Denise Dresser


comp@s, va una opinión publicada en Reforma (03-12-2007) que complemento con algunas de las caricaturas que se han publicado en la jornada durante la última semana.
saludos... y que la vida nos alcance para conocer ese país democrático donde la impunidad no tenga cabida.
pablo

cartón Harakiri de Rocha, publicado en La Jornada (04-12-2007)


'Autogolpe' Por Denise Dresser

Hay golpes en la vida, tan fuertes. Golpes como del odio de Dios, escribía César Vallejo. Golpes como los que seis ministros de la Suprema Corte acaban de propinarle al país. Heridas como la que el máximo tribunal acaba de infligirse a sí mismo al declarar que las violaciones a las garantías individuales de Lydia Cacho fueron inexistentes o poco graves. Al sugerir que la última instancia a la que un ciudadano puede recurrir no funciona para él o para ella. Al transformar el sufrimiento de niños y niñas víctimas de la pederastia en una anécdota más. Al convertir su veredicto en confabulario de gobiernos corruptos, empresarios inmorales, criminales organizados. Y así como un agente judicial le dijo a Lydia Cacho durante su "secuestro legal": "Qué derechos ni qué chingados", la Suprema Corte acaba de decirle lo mismo a los habitantes del país. Ustedes y yo, desamparados por quienes deberían proteger nuestros derechos, pero han decidido que no les corresponde velar por ellos.

Al votar como lo ha hecho, la mayoría de los ministros acaba de darle una estocada a la Corte de la que tomará años en recuperarse, si es que alguna vez logra hacerlo. Porque su resolución va a ocupar un lugar deshonroso en la historia constitucional de México, similar al que ocupa el caso Dred Scott en la historia constitucional de Estados Unidos. Ese caso en el que la Corte intentó imponer una solución judicial a un problema político; ese caso del año 1856 en el cual declaró -también "conforme a derecho"- que la esclavitud tenía fundamento legal y que como Dred Scott era un esclavo, carecía de derechos y la Corte no tenía jurisdicción para intervenir en su favor. Ese caso que hasta el día de hoy se considera una mancha imborrable, una vergüenza compartida, una herida autoinfligida.

Sablazo similar al que producen los seis ministros que se vanaglorian de empatía y sensibilidad, pero en sus argumentos públicos no las demuestran. Ingenuos o cínicos cuando sugieren que su resolución no deriva en impunidad y que "otras instituciones" podrían investigar el caso, a sabiendas de que llegó a sus recintos precisamente porque eso jamás iba a ocurrir. Contradictorios o deshonestos cuando desechan el caso argumentando que la grabación telefónica entre Kamel Nacif y Mario Marín no tiene valor probatorio alguno, e ignoran la investigación exhaustiva de mil 251 páginas que confirma su contenido. Insensibles o autistas cuando optan por descartar los 377 expedientes relacionados con delitos sexuales cometidos contra menores. Cómplices involuntarios o activos cuando afirman actuar en función del "interés superior" y éste resulta coincidir con los intereses del gobernador y sus amigos. Representantes del peor tipo de paternalismo cuando declaran -en un comunicado lamentable- que sus sofisticadas decisiones no resultan de "fácil comprensión" para grupos muy numerosos de la sociedad. (cartón Ministro Aguirre por Rocha, La Jornada, 29-11-2007)

Seis ministros acaban de destruir la magnífica ilusión -alimentada por su actuación ante la Ley Televisa- de que la Corte opera en un plano moral superior a la mayoría de los mexicanos y se aboca a defenderlos. Cómo creer que han puesto "lo mejor de sí mismos para servir correctamente al país" si allí están las carcajadas del ministro Ortiz Mayagoitia. Las descalificaciones del ministro Aguirre. Los vaivenes argumentativos de Olga Sánchez Cordero. La relativización de la tortura avalada por Mariano Azuela porque el caso de Lydia Cacho no fue "excepcional" o "extraordinario". El consenso de todos ellos en cuanto a que quizás hubo violaciones pero fueron menores, no graves, resarcibles, quizás indebidas pero no meritorias de la atención de la Corte. O como lo preguntó el ministro Aguirre: "Si a miles de personas las torturan en este país. ¿De qué se queja la señora? ¿Qué la hace diferente o más importante para distraer a la Corte en un caso individual?" (cartón La Justicia en México del Fisgón, La Jornada, 07-12-2007)

Quizás sólo quede demostrada alguna vez la violación de garantías individuales en México cuando a la esposa de algún ministro la trasladen sin el debido due process durante 23 horas de un estado a otro. Cuando a la madre de algún juez le digan que sólo le darán de comer si le hace sexo oral a los agentes judiciales que la han secuestrado. Cuando a la hermana de algún magistrado importante le metan una pistola a la boca y le susurren al oído "tan buena y tan pendeja; pa' qué te metes con el jefe ... va a acabar contigo". Cuando a la hija de algún abogado le cobren una fianza excesiva para dejarla salir de la cárcel o amenacen con violarla allí o la sometan a entrevistas intimidatorias o un gobernador le dé un buen "coscorrón". Cuando a la nuera de algún político le digan sus torturadores "Ten tu medicina aquí ... un jarabito, quieres?", mientras se soban los genitales. Cuando a la nieta de alguna procuradora la viole un pederasta protegido por un "Estado de derecho" puesto al servicio de los poderosos que casi siempre ganan. Cuando alguno de ellos -lamentablemente- sea víctima de un sistema judicial podrido y no antes. Sólo así.

Y bueno, la Suprema Corte se pega a sí misma, pero el peor golpe se lo da a la nación al demostrar cuán lejos está de ser un garante agresivo e independiente de los derechos constitucionales. Cuán lejos se encuentra de entender el maltrato sistemático de millones de mexicanos vejados por el sistema judicial y aplastados por las alianzas inconfesables del sistema político. Así como Kamel Nacif llama "pinche vieja" a Lydia Cacho", la mayoría de la Suprema Corte acaba de llamarnos "pinches ciudadanos" a ustedes y a mí. Acaba de mandar el mensaje de que no la molestemos con asuntos tan poco importantes como la defensa de las garantías individuales, porque está demasiado ocupada validando los intereses de empresarios poderosos y sus aliados en otras ramas del gobierno.

Quizás por ello en el libro Memorias de una infamia, Lydia Cacho escribe: "Mi país me da pena. Lloro por mí y por quienes tienen poder para cambiarlo pero eligen perpetuar el statu quo". Y lloramos contigo Lydia -nuestra Lydia- pero rehusamos rendirnos aunque seis ministros de la Corte lo hayan hecho. Porque tienes razón: México es más que un puñado de gobernantes corruptos, de empresarios inmorales, de criminales organizados, de jueces autistas. México es el país de quienes luchan terca e incansablemente por devolverle un pedacito de su dignidad. Y aunque la Corte rehúse asumir el papel que le corresponde ante esta causa común, hay muchos ciudadanos que comparten la convicción -junto con el ministro Juan Silva Meza- "de que en un Estado constitucional y democrático, la impunidad no tiene cabida".

Copyright © Grupo Reforma Servicio Informativo
Fecha de publicación: 3 Dic. 07


cartón Propuesta Cívica del, Fisgón, La Jornada, 06-12-2007

domingo, 2 de diciembre de 2007

El Estado hueco --- Naomi Klein

Naomi Klein * (La Jornada, 01/12/2007)

El Estado hueco

No queríamos quedarnos atorados con algo defectuoso. Eso fue lo que Michael Chertoff, secretario de Seguridad Interna, dijo ante una comisión de la Cámara, el mes pasado. Se refería al “muro virtual” planeado para las fronteras de Estados Unidos con México y Canadá. Si todo el proyecto sale tan mal como el prototipo de 28 millas, podría resultar ser uno de los defectos más caros de la historia: se proyecta que

su costo sea, de aquí a 2011, de 8 mil millones de dólares.

Esta semana, Boeing, la compañía que obtuvo el contrato –el más grande otorgado por el Departamento de Seguridad Interna–, anunció que finalmente, tras meses de retraso debido a problemas con las computadoras, va a probar el muro. Las fuertes lluvias confundieron sus cámaras de control remoto y sus radares, y los sensores no pueden distinguir entre gente que se mueve, vacas pastando o arbustos que ondean sus hojas. Pero esta debacle apunta a algo mayor que una defectuosa tecnología. Revela la defectuosa lógica de la visión de la administración de Bush, que favorece un gobierno ahuecado, administrado en todos los aspectos posibles por contratistas privados.

Según esa visión radical, los contratistas ven al Estad

o como cajero automático, del cual retiran contratos masivos para llevar a cabo funciones centrales, como asegurar las fronteras e interrogar a prisioneros, y hacen depósitos en la forma de contribuciones a las campañas. El ex director de presupuesto del presidente Bush, Mitch Daniels, lo dijo así: “la idea general –de que la tarea del gobierno no es proveer servicios, sino asegurarse de que se provean– me parece obvia”.

El otro lado de la moneda de la directiva de Daniels es que el sector público pierde, a pasos agigantados, la habilidad para llevar a cabo sus más básicas responsabilidades, sobre todo en el Departamento de Seguridad Interna, el cual, como creación de Bush, ha seguido el modelo del cajero automático desde su concepción.

Por ejemplo, cuando el controvertido proyecto fronterizo fue

lanzado, el departamento admitió que no tenía ni idea de cómo asegurar las fronteras y además no creía que fuese su tarea averiguar cómo hacerlo. El subsecretario de Seguridad Interna dijo a un grupo de contratistas que “ésta era una inusual invitación… les pedimos que regresen y nos digan cómo hacer nuestra tarea”.

Las compañías privadas no sólo llevarían a cabo el trabajo, también identificarían qué trabajo necesitaba hacerse, escribirían sus propias órdenes de trabajo, las pondrían en práctica y las supervisarían. Todo lo que el departamento tenía que hacer era firmar cheques.

Y, como dijo un ex alto funcionario de Seguridad Interna, “si no proviene de la industria, no podremos lograrlo”.

En pocas palabras, si un trabajo no puede ser subcontratado, no puede ser realizado.

Esta filosofía, central en los años de Bush, explica estadísticas como ésta: en 2003, el gobierno estadunidense otorgó a las compañías 3 mil 512 contratos para llevar a cabo funciones de seguridad interna, desde la detección de bombas hasta la búsqueda de datos. En el periodo de 22 meses que finalizó en agosto de 2006, el Departamento de Seguridad Interna emitió más de 115 mil contratos relacionados con la seguridad.

Si el gobierno ahora es un cajero automático, quizá la guerra contra el terror se puede comprender mejor no como una guerra, sino como una nueva economía en expansión, basada en una continua inestabilidad y desastre. En esta economía, el equipo de

Bush no administra la asociación empresarial; más bien juega el papel del capitalista de grandes bolsillos, siempre atento a las nuevas compañías de seguridad (una inmensa mayoría encabezadas por ex empleados del Pentágono y Seguridad Interna). Roger Novak, cuya empresa invierte en compañías de seguridad interna, lo explica así: “Todos los grupos inversionistas están atentos a qué tan grande es el pesebre (gubernamental) y se preguntan ‘¿cómo puedo obtener una parte de la acción?’”

El contrato fronterizo de Boeing es sólo una parte de esta acción.

Otra, claro, es el auge de los contratistas de seguridad en Irak, actualmente estelarizado por Blackwater USA.

El mes pasado, cuando el gobierno iraquí acusó a guardias de Blackwater de masacrar civiles en Bagdad, quedó claro que la embajada estadunidense no tenía ninguna intención de cortar lazos con Blackwater porque no podría funcionar sin él.

Quizá por ello ese mismo bur

ó se apresuró en responder a los alegatos del gobierno iraquí del tiroteo de septiembre con un informe propio: que los guardias de Blackwater fueron atacados y respondieron. Días más tarde salió a la luz pública que un contratista de la embajada escribió el informe, contratista que trabajaba para Blackwater. Entonces, la administración envió a la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) a investigar los tiroteos. Sin embargo, pronto se supo que sus investigadores podrían ser protegidos por Blackwater. La FBI anunció que, por esta ocasión

, buscaría otros arreglos.

Y, ¿recuerdan el huracán Katrina, cuando los contratistas –incluyendo a Blackwater– llegaron a Nueva Orléans? Para ese entonces, la FEMA (la Agencia Federal en Manejo de Emergencias, integrada a Seguridad Interna. N. de la T.) ya estaba tan ahuecada que tuvo que contratar un contratista para que la ayudara a administrar a todos los contratistas. Y, a pesar de todas las controversias, el ejército recientemente decidió que necesitab

a actualizar su manual sobre el trato con los contratistas. Le dio la tarea de realizar el borrador de una nueva política a uno de sus principales contratistas.

Todavía se parece a un gobierno: con impresionantes edificios, sesiones informativas sobre la presidencia a los medios, batallas sobre las políticas. Pero si corres la cortina, no hay nadie en casa.

El escándalo de Blackwater podría haber ofrecido una oportunidad para cuestionar la pertinencia de transformar la seguridad estatal en una ac

tividad con fines de lucro, pero no en el Washington de hoy. En vez de remplazar sus contratistas cowboy con tropas, el Departamento de Estado dice que instalará cámaras de video en los vehículos que protegen.

La vigilancia a través de video es uno de los sectores más lucrativos de la economía de la guerra contra el terror. Hasta podría resultar ser una maravillosa noticia para los altos ejecutivos de Blackwater, que lanzaron una nueva compañía de inteligencia privada presentada como un “servicio integral capaz de

satisfacer todas las necesidades de inteligencia, operativas y de seguridad”. Si el pasado nos enseña algo, no hay razón por la cual los hombres de Blackwater no podrían ser contratados para espiar a Blackwater. De hecho, sería la perfecta expresión del Estado hueco que Bush

construyó.

© 2007 Naomi Klein.

* Autora del libro de reciente publicación The shock doctrine: the ris

e of disaster capitalism.

Traducción: Tania Molina

miércoles, 28 de noviembre de 2007

AQUÍ ESTAMOS ... AQUÍ SEGUIMOS...

Comp@s, va un fragmento de una carta que el sup le escribió al General Emiliano Zapata el 10 de abril de 1997.


Mi General:

Aquí estamos mi General, aquí seguimos. Aquí estamos porque estos gobiernos siguen sin memoria para los indígenas y porque los ricos hacendados, con otros nombres, siguen despojando de su tierra a los campesinos. Como cuando usted llamó a luchar por la tierra y la libertad, hoy las tierras mexicanas se entregan a los ricos extranjeros. Como entonces pasó, ahora los gobiernos hacen leyes para legitimar el robo de tierras. Como entonces, los que se niegan a aceptar las injusticias son perseguidos, encarcelados, muertos. Pero como entonces, mi General, hay hombres y mujeres cabales que no se están callados y se luchan para no dejarse, se organizan para exigir tierra y libertad. Por eso le escribo a usted Don Emiliano, para que sepa usted que aquí estamos, aquí seguimos.



AQUÍ ESTAREMOS... AQUÍ SEGUIREMOS

lunes, 22 de octubre de 2007

EL PDNPN

DEL REFORMA DE HOY...

EL PDNPN
Denise Dresser
22 Oct. 07

Imágenes de la patria. Vicente Fox y Marta Sahagún abrazados bajo un árbol, presumiendo su rancho. Roberto Madrazo con los brazos en alto, celebrando su triunfo en el maratón de Berlín. Mario Marín en una reunión reciente de la Conago, sonriendo mientras platica con sus contrapartes. Ulises Ruiz de la mano de su esposa, paseando por un hotel de lujo en la playa. Arturo Montiel, en un resort invernal, esquiando de cuesta en cuesta. Emilio Gamboa sentado en la Cámara de Diputados, negociando las reformas a la medida del priismo desde allí. Personajes impunes, progenitores de la desconfianza, númenes de la impunidad, patrones de la trampa, emblemas de la nación, faros de la mentira e íconos de la República. Protagonistas prominentes del País Donde No Pasa Nada.

Donde hay muchos escándalos pero muy pocas sanciones. Donde proliferan las fotografías sugerentes pero no las investigaciones contundentes. Donde siempre hay corruptos señalados pero nunca corruptos encarcelados. Y donde todo esto es normal. Los errores, los escándalos y las fallas no son indicio de catástrofe sino de continuidad. El coyotaje practicado por la primera dama o la pederastia protegida por un gobernador o la fortuna ilícita acumulada por un candidato presidencial o las negociaciones turbias entre un senador y un empresario no son motivo de alarma sino de chisme. No son síntoma de un cáncer a punto de metástasis, sino de una urticaria con la cual el país se ha acostumbrado a convivir. La permanencia en el poder público de quienes violan sus reglas más elementales es lo acostumbrado, tolerado, aceptado. Lo que ha sido será y no hay nada nuevo bajo el sol.

O sólo la grabación telefónica más reciente o la entrevista incriminatoria más picante. Aquello que se vuelve tópico de mil sobremesas y comidilla en un centenar de cafés. Siempre acompañado de inescapables manifestaciones de indignación e increíbles muestras de sorpresa. Como si nadie hubiera conocido la trayectoria de Roberto Madrazo desde su elección fraudulenta en 1994. Como si nadie hubiera leído hace años los reportajes de Proceso sobre la playa El Tamarindillo y el tráfico de influencias -orquestado desde Los Pinos- que revelaron. Como si nadie hubiera oído a Emilio Gamboa decirle a Kamel Nacif sobre una iniciativa que perjudicaba sus intereses: "Va pa' tras papá; esa chingadera no pasa en el Senado". Como si nadie hubiera escuchado las conversaciones grabadas entre Mario Marín y Kamel Nacif. Como si el país entero se hubiera olvidado de ellas. Y eso es precisamente lo que ocurre: primero el escándalo y después el arrumbamiento. Primero el ultraje y después el abandono, la siguiente noticia picosa, la próxima oportunidad para asar a la parrilla a un político infame y luego olvidarse de él.

Porque en todos los casos de corrupción en el País Donde No Pasa Nada, no importa la evidencia sino la coyuntura política. La correlación de fuerzas en el Congreso. El calendario electoral. Las negociaciones entre los partidos y sus objetivos de corto plazo. La relación entre el Presidente y la oposición que busca acorralarlo. Las conveniencias coyunturales de los actores involucrados. Los intereses de los medios con agenda propia y preferencias políticas particulares. En un contexto así, el combate a la corrupción se vuelve una variable dependiente, residual. No es un fin en sí mismo que se persigue en aras de fortalecer la democracia, sino una moneda de cambio usada por quienes no tienen empacho en corroerla. Las instituciones establecidas se convierten -como diría Louis Mumford- en una sociedad para la prevención del cambio. Hay demasiados intereses en juego, demasiados negocios que cuidar, demasiados cotos que proteger.

Cotos como el que Mario Marín erigió en Puebla y la Suprema Corte ha intentado desentrañar. Mil doscientas cincuenta y un páginas donde la comisión investigadora determina que el arresto de Lydia Cacho "fue una componenda del gobernador con el empresario". Mil doscientas cincuenta y un páginas que describen de manera detallada cómo las instituciones se pusieron al servicio del gobernador y sus amigos. Cuarenta personas -procuradores, jueces, comandantes, agentes judiciales- involucradas en una conspiración; en un "concierto de autoridades con el objetivo, no de enjuiciar, sino de perjudicar a la periodista" como lo subraya la Foja 1137. Evidencia inequívoca que no puede ser ignorada. O archivada. O eludida como quisiera -por lo visto- hacerlo Diódoro Carrasco, el presidente de la Comisión de Gobernación, cuando afirma que las conclusiones de la Suprema Corte "no son vinculatorias ni para el Ejecutivo ni para el Congreso".

Pero siempre se nos dice que, ahora sí, la impunidad terminará. En este sexenio, la Secretaría de la Función Pública -de verdad- actuará. En el gobierno del "México ganador" -de verdad- los juicios políticos ocurrirán. Todos los esfuerzos se encaminan en esa dirección, afirman los vendedores de la inmunidad gubernamental. El gobierno de la República trabaja para ti -anuncian-, mientras parece hacerlo siempre para ellos, los mismos de siempre. Los López Portillo o los Salinas o los Cabal Peniche o los Madrazo o los Montiel o los Marín o los Ruiz o los Gamboa o los Bribiesca Sahagún. Desde hace décadas, el gobierno como la explotación organizada, como la depredación institucionalizada. Así se vive la política en México. Así la aceptan sus habitantes. Así se vuelven cómplices de ella. Mexicanos convertidos en comparsas de una clase política que, como sentencia el Financial Times, "sigue sirviéndose a sí misma".

Emerson escribió que las instituciones son la sombra alargada de un solo hombre. De ser así, las instituciones confabuladas de México son el reflejo de sus habitantes; de aquellos estacionados cómodamente en el viejo orden de las cosas. Ciudadanos complacientes que contemplan a los corruptos, pero no están dispuestos a pelear para consignarlos. Ciudadanos imaginarios, atraídos por las imágenes de la patria ennegrecida pero que no levantan un dedo para limpiarla. O exigir que quienes la gobiernan tengan un mínimo de decencia. O gritar que los mexicanos se merecen más que Marta Sahagún o Arturo Montiel o Roberto Madrazo o Mario Marín o sus facsimilares a lo largo del país. Algo como lo que hizo Lydia Cacho cuando alzó la voz y comenzó a contagiar la valentía que siempre carga dentro. Por ello recibirá un premio mañana en Nueva York y aprovecho para reiterar cuán orgullosa estoy de ella por los límites que ha empujado. Pero nadie puede enorgullecerse del país que produjo su caso y -hasta la fecha- intenta ofuscarlo. El PDNPN.

sábado, 20 de octubre de 2007

¿Por qué voy a Irak? - Tiosha Bojorquez

comp@s...
hace un tiempo... allá por el 2003... en una mesa del vips de san jerónimo... coincidimos el fede, un amigo suyo -tiosha- y yo...
en aquel entonces los preámbulos de la guerra por petróleo contra irak se vislumbrabra....

esa fue la única vez que vi a tiosha... después -vía el fede- me enteré que fue parte de los "jiuman chiles" (human shields - escudos humanos) que se fueron al inicio de la guerra en irak... después que publicó parte de su experiencia en un libro editado por vigo mortensen y naomi klein...

antes de irse para irak, tiosha escribió esta carta que se publicó El Correo Ilustrado de La Jornada el 9 de marzo de 2003:

va la carta....



Por qué voy a Irak
Señora directora: Ruego a usted publicar la presente:

Voy a Irak porque amo profundamente la vida. Porque tengo 29 años y en este momento, más que nunca antes, percibo cada segundo como un regalo. Respiro y el aire me llena de fuerza. Despierto al amanecer y el sol me canta una canción que voy poco a poco entendiendo. Voy a Irak porque amo profundamente la vida.

Voy a Irak porque el amor, el amor de a de veras, no admite egoísmos. Y, como dije, ahora, más que nunca, amo la vida. Y el amor, el amor de a de veras, no admite egoísmos. Este amor es amor pues se ama a sí mismo en el otro, en el amor de los otros. El amor de a de veras se reconoce en el amor de a de veras de los otros y por eso es que no admite egoísmos.

Voy a Irak porque no puedo contemplar el absurdo absoluto, el sin sentido del "viva la muerte" sin hacer nada y no sentir que la falta de acción me hace cómplice.

Voy a Irak porque creo que la gente debe morir en paz, rodeada por gente a quien ama y quien le ama. Creo que la gente debe morir por el efecto del tiempo y la naturaleza tan sabia, no por una bomba que se tira para que alguien coseche algunas monedas.

Voy a Irak porque quiero vivir para tener hijos, porque quiero poder ver sus ojos, sostener su mirada y decirles: "amen la vida y recuerden que por el amor, el amor de a de veras, se lucha, se arriesga, se lucha".

Voy a Irak porque quiero ir y volver y no puedo evitar sentir que si no voy me habré ido sin poder regresar nunca. Quiero ir para volver. Quiero volver, volver, volver. Y, para eso, necesito haber ido.

Voy a Irak porque si no voy, si no me levanto, marcho y grito con fuerza: "¡Paren esta locura, ya suficiente dolor se ha vivido!" Entonces, callado, seguiré gritando toda la vida. Y amo demasiado el silencio. Amo demasiado la risa. No quiero que mi vida sea un grito continuo.

Voy a Irak porque no creo en las fronteras, no creo en los países, no creo en las banderas y mucho menos en los sistemas de gobierno. En lo que yo creo, y ahí sí, de a de veras, es en Juan, en Tonantzin, en Ibrahim, en María, en Aisha, en Said, en Ernesto, en Buba, en Fátima y en Helena. Yo creo en la gente, creo profundamente en la gente.

Voy a Irak porque si no fuera, o si no ayudara a los que van, entonces estaría ayudando a otros que también fueron, pero para asesinar no a los que no van sino a los que se quedan, pues de allá son y allá viven. Y ése es el único delito que han cometido.

Voy a Irak porque tú no puedes ir conmigo, pero no importa. Porque al ir te llevo dentro y entonces no soy uno sino un chingo: soy yo, tú, ése, la otra, aquél, y también los que olvido.

Voy a Irak porque quiero que te acuerdes de que las guerras lejanas no existen, de que las guerras ajenas no existen, de que si nos conociéramos seríamos amigos y, como yo estoy allá, tú puedes decir sin mentir que no hay duda: tú, allá, también tienes amigos.

Atentamente

Tiosha Bojorquez Chapela Se suman más voces a un no a la guerra


domingo, 14 de octubre de 2007

¿MONOPOLIO DEL PODER? / TIEMPOS DE ENCRUCIJADA / ¿POR QUÉ EL CAPITALISMO NECESITA DEL TERROR?


¿Monopolio del poder?

Enrique Dussel (La Jornada, 14 de octubre de 2007)

Por lo general se usan las palabras en política sin pensar demasiado en su significado. Puede, por ejemplo, expresarse que “sólo los más dinámicos sobrevivirán” –como lo señaló una secretaria de Educación– sin advertir que se trata de una propuesta darwinista. O se dice que la emigración de población mexicana a Estados Unidos es “inevitable y económicamente ventajosa”, sin advertir que, con respecto a la primera parte enunciada, la manera de evitarlo sería creando empleos en México; pero si se declara el problema como “inevitable” significa que se ha descubierto que la creación de empleos es imposible, aunque en campaña se indicó que sí se generarían –lo cual es una contradicción. Y con respecto a lo de “económicamente ventajosa”, me recuerda la opinión de Ginés de Sepúlveda que en el siglo XVI calmaba a los indios indicándoles que les era “provechoso” la conquista de los españoles porque eran hombres virtuosos y cristianos, sacándolos así de la barbarie y el paganismo; olvidando que ni eran virtuosos ni cumplían las exigencias cristianas y, como los patrones de los mexicanos en Estados Unidos, los explotaban sin misericordia. De la misma manera, los dólares enviados por los migrantes a sus familiares son fruto de mucho sufrimiento. O como decía un obispo de Michoacán en el siglo XVI: “La plata que va a esos reynos (de España) ha sido conseguida con la sangre de los indios y va envuelta en sus cueros”. Pero entremos en cuestión.

Se ha dicho que el gobierno ejerce el “monopolio del poder”. Creo que quizá se esté refiriendo a la opinión de Max Weber en aquello de que el Estado tiene “el monopolio del ejercicio de la violencia legítima”. Sin embargo, aún este enunciado habría que aclararlo. Si “violencia” es el ejercicio de la coacción contra el derecho del otro, tiene más bien el “monopolio de la coacción legítima” solamente. Si ejerciera dicha “coacción” contra el derecho del otro no podría ser “legítima”, porque legitimidad incluye la participación simétrica del afectado, y al que se le violan sus derechos no puede pedírsele que acuerde tal acto. Además, cuando una víctima de un sistema injusto (por ejemplo, Miguel Hidalgo que sufría el sistema colonial español en la Nueva España) se levanta en rebelión contra el orden legal dominador (como el español), descubriendo el nuevo derecho de ser libre y no un dominado colonial, produce una situación de mayor complejidad. En este caso el ejercicio por parte del virrey de la coacción legítima del Estado de las Indias, que partía del consenso de los colonos americanos, no violaba, antes de la rebelión, ningún derecho. Pero desde el momento que la rebelión descubría un nuevo derecho (la libertad de suelo donde habían nacido: México) se producía un hecho nuevo: ahora el virrey ejercía violencia contra el derecho recién descubierto por los colonos. De un bloque dirigente (en Nueva España con el consenso de los colonos) ahora se transformaba en un bloque dominador (ante el nuevo México naciente). Ahora se trataba, la represión del virrey contra los que luchaban por su independencia, de un ejercicio monopólico de la violencia, ilegítima (para los patriotas); cuya oposición era considerada legítima, aunque ilegítima para los “gachupines”. Era la crisis normativa del proceso de la liberación del 1810. De manera que en esas circunstancias, el monopolio de la violencia era injusto (del virrey) y la coacción de los patriotas, aunque era ilegal (porque todavía no tenían Constitución ni leyes) ganaba en legitimidad. El enunciado de Weber vale para época normales, no para épocas de crisis de independencia o de toma de conciencia de nuevos derechos de los movimientos sociales.

Pero hablar del “monopolio del poder” es más ambiguo todavía. Porque el único que tiene el monopolio del poder es la comunidad política o el pueblo (como bien proclama la Constitución en el artículo 39). Sólo la comunidad es la sede del poder político (tesis 2 de mi obra 20 tesis de política, Siglo XXI): es la potencia propiamente dicha. Esa comunidad política o pueblo se crea las instituciones para poder ejercer el poder (la potestas). La macro-institución que gobierna a favor del pueblo, el Estado, no es sede propiamente del poder, sino que (como toda institución o representación) es el lugar del ejercicio delegado del poder. El Estado, las instituciones políticas (como sociedad civil en el sentido gramsciano o como sociedad política) ejercen la autoridad o la soberanía de manera delegada. Bien lo dijo Marcos, el del Evangelio (10,43-44): “El que quiera ser autoridad hágase servidor de todos”. Es lo que Marcos, el de Chiapas, proclama: “los que mandan mandan obedeciendo”, y que Evo Morales resumió como “poder obediencial” –formulación política exclusivamente latinoamericana actual. En ese caso no es el Estado o el gobierno el que tiene el “monopolio del poder”, sino, muy por el contrario, es el que debe obedecer las demandas del pueblo que parten de sus necesidades más perentorias: comer, beber, tener vestido, casa, salud y algunas cosas más. En esto coinciden el Libro de los muertos (cap. 125) del Egipto de hace 5000 años, la visión del fundador del cristianismo (Mateo 25), y F. Engels en el prólogo de El origen de la familia.

“Monopolio del poder” tendría el gobierno o el Estado en un segundo caso. El Marcos, el del Evangelio, lo enuncia así: “Aquellos que se consideran dirigentes, dominan a los pueblos como si fueran sus patrones [... son] los poderosos que hacen sentir su autoridad” (10, 42). Lo que Marcos, el de Chiapas, sintetiza: “los que mandan, mandan mandando”.

¿Qué se habrá querido decir cuando se proclama que se tiene el “monopolio del poder”? ¿Se habrán pensado todos los corolarios que pueden sacarse de un tal enunciado? Si se tiene el monopolio del poder es porque la voluntad del gobernante es el fundamento del ejercicio del poder que ha dejado de ser delegado en el representante, pero eso debería llamarse “fetichismo”, como lo indica Marx en el famosos texto del robo de la leña en 1842: “Nos encontramos ante el curioso espectáculo, basado tal vez en la esencia misma de la Dieta [el gobierno de Westfalia], que las [comunidades de las] provincias, en vez de luchar por medio de quienes las representan, tengan que luchar en contra de ellos”. Y esto porque la “voluntad [del gobernante] se ha puesto como el fundamento (stat pro ratione voluntas}”. Cuando el fundamento del ejercicio del poder del gobernante no es ya la voluntad del pueblo, sino su propia voluntad, deberá por su parte apoyarse en otros fundamentos... sea en el ejército, sea en la oligarquía enriquecida, sea en el imperio de turno, o en otras fuentes aparentes del poder, lo que en otras épocas era más fácil ya que podía pretenderse encontrar dicho fundamento en la misma voluntad de Dios, pero hoy ya es imposible por la secularización de la política (y aún en tiempo no tan secularizados, un Francisco Suárez enseñaba que Dios daba el poder a los pueblos, a los reinos y éstos al soberano, de manera que aún en ese caso el “poder venía de abajo” y nunca, ni el rey de España, pretendía tener el “monopolio del poder”, porque el tal monopolio lo tenía el pueblo o los reinos, y no el rey). ¿Qué se habrá querido decir con una tal expresión?

A Andrés Aubry, a don Sergio Méndez Arceo

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Tiempos de encrucijada

¿Cómo contribuye la agricultura a la crisis ambiental?

Víctor M. Toledo (La Jornada del Campo, 10 de octubre de 2007)

“La Tierra comenzó sin nosotros y terminará sin nosotros”, esta frase lapidaria y terrible, dicha sin rubor por el célebre antropólogo francés Claude Levi-Strauss, se puede cuestionar, debatir o comentar, pero lo que ya no se puede hacer es ignorarla o soslayarla. Los innumerables impactos provocados por la civilización industrial al delicado equilibrio ecológico del planeta, cuya expresión más preocupante es el calentamiento global, han resultado mucho más peligrosos de lo que se había supuesto o especulado. Hoy se viven ya tiempos cruciales, pues es necesario tomar medidas radicales y urgentes que eviten la inminencia de un colapso ecológico en las próximas décadas. Las llamadas de atención han sido las innumerables calamidades climáticas, biológicas, alimentarias, sanitarias y sociales de la década pasada.

El futuro cercano turba ya los sueños de las mentes más lúcidas, de los habitantes más conscientes del planeta, y al mismo tiempo obliga a realizar un replanteamiento de una profundidad y una radicalidad inesperadas. En los meses recientes, además de reportes de carácter científico, han aparecido significativas voces de alarma y acciones que llaman la atención sobre la posibilidad de una catástrofe global en corto plazo: el documental de Al Gore, La verdad incómoda, sobre el cambio climático; el Informe Stern preparado para el primer ministro inglés; la significativa frase con la que Fidel Castro terminó su última carta pública de 2006 (“tenemos el deber de salvar a nuestra especie”); el cuarto informe del Panel Internacional sobre el Cambio Climático preparado por 600 científicos de 40 países (febrero del 2007), y especialmente la obra más reciente del científico James Lovelock, La venganza de Gaia (2006).

Y sin embargo, los responsables no son todos los seres humanos, pues la crisis ecológica global es fundamentalmente una crisis desatada por la civilización industrial y más específicamente por el capitalismo. Aún más, conforme el tiempo pasa se hace evidente que la causa final de la crisis planetaria se origina en la racionalidad que funda el capital a partir de su diabólica maquinaria acumuladora. No es casual que mientras la crisis avanza se documentan las máximas ganancias de toda la historia del capitalismo, puesto en evidencia por los datos del Índice Dow Jones, la lista de los 946 millonarios reportados por Forbes y los informes financieros de las mayores corporaciones. La responsabilidad de la crisis debe entonces ser matizada no sólo entre sectores sociales o espaciales, sino especialmente en función de las lógicas para producir, circular, transformar, consumir y reciclar los bienes y servicios que provienen de la naturaleza. ¿Qué papel juegan en este contexto las áreas rurales?

En los campos, como en los mares, los seres humanos realizan la apropiación del universo natural, primer acto del metabolismo entre la sociedad y la naturaleza: agricultura, ganadería, pesca, caza, recolección, extracción, forestería, acuacultura. Como sucede en el resto de los ámbitos de la vida humana, la historia reciente de las áreas rurales es la historia del conflicto entre las fuerzas dominantes del capital y las fuerzas de resistencia representadas por las formas tradicionales, campesinas o premodernas. En el contexto mundial, 2 mil 600 millones de seres humanos se dedicaban todavía en 2004 a laborar la naturaleza (datos de la FAO) representando 40% de la población total. De esa cifra, que abarca en sentido estricto a la población rural del mundo, entre 60% y 80% son pequeños productores que utilizan métodos tradicionales y fuentes de energía solar, animal y humana, el resto son productores modernos o semi modernos.

Las contribuciones rurales a la crisis ecológica del planeta surgen fundamentalmente de la expansión de las formas modernas, especializadas, de producción agroindustrial, en la que enormes espacios y territorios quedan convertidos en “pisos de fábrica”para la implantación de monocultivos agrícolas y ganaderos y modos forestales y pesqueros basados en el aprovechamiento de una o unas pocas especies. Por ejemplo, cuando se revisan los orígenes de los gases de efecto invernadero que están provocando el calentamiento del planeta, las áreas rurales contribuyen con un nada desdeñable 31% proveniente de los campos agrícolas y los pastizales ganaderos (13.5%) y la deforestación en las regiones tropicales (18.2%); el resto proviene del transporte (13.5%), la energía utilizada en las casas urbanas (24.5%), la industria (17%) y otros. La responsabilidad rural se amplifica si se consideran los gastos energéticos de los sistemas agroindustriales, pues éstos trabajan a partir de máquinas movidas por petróleo y gas y requieren para su rentabilidad económica de grandes explotaciones o propiedades.

Las reses a su vez eructan metano, más dañino aún para la atmósfera que el bióxido de carbono. Hoy existen en el planeta mil 500 millones de reses, una por cada cuatro humanos. La expansión de la ganadería vacuna ha sido, además, la causa principal de la destrucción de millones de hectáreas de selvas y otros ecosistemas tropicales. No son pues los modos milenarios, tradicionales, de uso de la naturaleza los agentes primordiales de la debacle ecológica, sino las formas agro-industriales que buscan la generación masiva de mercancías (agronegocios), aunque en ciertas condiciones (como la presión demográfica) los sistemas tradicionales se pueden volver depredadores. Basados en una estrategia de uso diversificado y de pequeña escala donde la agricultura, la ganadería y el aprovechamiento forestal coexisten en mosaicos de paisajes y donde las fuentes de energía son la solar (directa e indirecta), el músculo animal y la fuerza de trabajo del productor, los sistemas tradicionales o campesinos son el mejor punto de partida para crear sistemas sustentables de producción tales como la agricultura orgánica, la ganadería holística, la pesca responsable y la producción forestal ecológicamente certificada.

Investigador del Instituto de Ecología vtoledo@ate.oikos.unam.mx

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Entrevista a la escritora Naomi Klein
Por qué el capitalismo necesita al terror

Existe una escuela de pensamiento según la cual el mercado libre y la democracia van de la mano haciendo que la gente sea libre y próspera. Tú sostienes que la ideología del libre mercado ha triunfado en todo el mundo, no porque la población la haya adoptado sino porque se la han impuesto, a menudo en momentos de angustia. Además, en ocasiones, han sido los propios gobiernos los que han creado estos momentos de angustia como un pretexto para establecer políticas de libre mercado. Para colmo, estas políticas no han funcionado verdaderamente. Simplemente han enriquecido a la gente que las ha introducido. ¿Qué te parece este resumen?

Bastante bueno, aunque algunas cosas serían discutibles. No creo que haya ejemplos de que los propios gobiernos hayan creado ellos mismos las crisis.

De acuerdo. ¿Es la violencia inherente al capitalismo o es algo que ha surgido del capitalismo según se ha estado practicando en los últimos cientos de años?

Creo que se puede sostener ese argumento, pero de lo que el libro trata realmente es sobre la guerra entre diferentes clases de capitalismo. Trata sobre la batalla de ideas entre el keynesianismo, una economía mixta, que es lo que tenemos en este país, y lo que yo describo como una cepa fundamentalista del capitalismo que está en contra de la idea misma de economía mixta. Cuando esta clase de capitalismo fundamentalista se sale con la suya lo que resulta no es capitalismo sino corporativismo, China es un buen ejemplo...

¿Cuáles son las características de este capitalismo fundamentalista?

Son casi las mismas características que comparte toda clase de fundamentalismo: el deseo de pureza, la creencia en un equilibrio perfecto, y cada vez que se identifica un problema, el que se achaque a perversiones y distorsiones dentro de lo que, de otra forma, sería un sistema perfecto. Creo que esto se ve muy claro en los fundamentalistas religiosos y en los fundamentalistas marxistas y se podría discutir que el economista austriaco, Friedrich Hayek y el economista de la Universidad de Chicago, Milton Friedman compartían el sueño de un sistema puro. En muchos casos se trata de matemáticos brillantes así que su modelo parece perfecto. Pero creo que todo aquel que se enamora de un sistema se acaba volviendo peligroso, debido a que el mundo no se amolda a ese sistema y entonces lo que pasa es que te enfadas con el mundo.

Así que tenemos a estos economistas defendiendo una forma de capitalismo puro, ¿por qué su atracción por los desastres?

Porque los desastres son momentos en los que la gente esta desconcertada, conmocionada, ya estén dispersos, como ocurrió después de que un huracán golpeara Nueva Orleáns, o se encuentren recogiendo los fragmentos después de haber sido bombardeados o de que su visión del mundo se haya visto hecha pedazos, como ocurrió después del 11-S. Estos son momentos maleables desde un punto de vista político. Es sabido que los desastres crean estas oportunidades, así que tienes todo un grupo de gente siempre lista para saltar a la primera oportunidad, la mayor parte dentro de la infraestructura de los gabinetes estratégicos. Creo que estos think-tanks son una especie de incubadoras de ideas, mantienen las ideas preparadas para cuando llegue el desastre. Milton Friedman dijo que sólo una crisis, ya sea real o percibida, produce un cambio real y cuando llega esa crisis, el cambio que desencadena depende de las ideas que haya en el entorno.

Hablemos de Chile. Este es un país que en los años 70 eligió a Allende. Un social demócrata, un socialista que llega al poder pero que no se lleva bien con los Estados Unidos, se le ve simpatizante de Castro y de la Unión Soviética y sucesivos presidentes de EE.UU. recelan de él.

Fueron Nixon y Kissinger juntos. El libro concluye con una cita de una carta desclasificada de Kissinger a Nixon donde le dice que la amenaza de Allende no era sobre nada de lo que decían públicamente en esa época, que se estaba arrimando demasiado a la Unión Soviética, que sólo hacía ver que era un demócrata y que iba a convertir a Chile en un sistema totalitario. Según escribe Kissinger la verdadera amenaza era que se propagase la democracia social. La Unión Soviética fue el hombre del saco oportuno. Era fácil odiar a Stalin, pero lo que siempre fue una amenaza era la idea del socialismo democrático, una tercera vía entre el comunismo totalitario y el capitalismo.

¿Y tú crees que temían más a eso que a la Unión Soviética en el contexto de la Guerra Fría?

Bueno, si miramos los golpes de estado, el derrocamiento del Primer Ministro Mossadegh en Irán, y del Presidente Arbenz en Guatemala, (los dos primeros golpes de estado de la CIA en los años 50), nos daremos cuenta de que ambos eran nacionalistas democráticos, y que siempre se siguió el mismo patrón de miedo, hacer creer que en realidad se trataba de un régimen soviético camuflado. Así que si miramos los golpes de estado, lo que vemos es un deseo de pisotear sistemáticamente esta idea de un término medio democrático. Pues son una amenaza para los inversores estadounidenses en el extranjero, sobre eso no cabe ninguna duda.

Así pues, Allende es derrocado por Pinochet, Pinochet tuvo muchísimo apoyo de los EE.UU. y de los economistas de la Escuela de Chicago y es bien sabido que éste cometió asesinatos masivos y recurrió a diferentes formas de brutalidad contra su oposición, algo que tú ves como una parte integral de ese programa para instalar esta nueva economía en Chile

La idea de que Chile se podría convertir en un laboratorio para las políticas económicas extremas de la Escuela de Chicago es un poco como pensar que se podría comenzar una revolución contra el capitalismo en Beverly Hills. Chile era un país profundamente inhóspito para estas ideas. Pero gracias a esta colaboración entre Pinochet y los economistas que habían estudiado en la Universidad de Chicago con becas del Departamento de Estado de los EE.UU., Chile se convirtió en un laboratorio en donde experimentar con estas ideas que hasta ahora todavía no se han puesto en práctica en EE.UU., como por ejemplo el impuesto no progresivo, un impuesto con un tipo único del 15%, escuelas concertadas y leyes laborales que esencialmente prohibían que los sindicatos se involucrasen en cualquier actividad política. Copiado literalmente del manual, ¿sabes? Como si cogiesen el manifiesto de Friedman y lo convirtiesen así tal cual en ley. La idea de que esto podría pasar en Chile precisamente en aquel momento de su historia, cuando había tanto apoyo al desarrollismo, por supuesto que requirió el uso de la fuerza.

Hablas bastante sobre tortura y brutalidad y la conmoción producida por un cambio generalizado y la repercusión que ello tuvo en la población. Lo ves como parte integrante de la perspectiva de los economistas, que esa era la única manera, mediante la conmoción y la desorientación severa de la población, para conseguir que cambiaran su comportamiento y aceptaran la nueva ideología.

Existía y todavía existe el consenso de que si no se produce una crisis profunda que hace ver la alternativa como algo incluso peor, entonces la gente no deja las cosas que hacen su vida mejor, ya sea su seguro de desempleo o las viviendas protegidas. Lo que quiero decir es... mira Nueva Orleans. La gente no hubiese abandonado sus casas si no hubiese habido un desastre natural. Obviamente ellos no planearon el desastre natural pero te puedo decir que estuve en Nueva Orleans una semana después del huracán, mientras todavía estaba la ciudad anegada por las aguas, y los periódicos estaban citando a un congresista republicano diciendo, "De las viviendas subvencionadas de las que nosotros no pudimos deshacernos, Dios sí que pudo deshacerse"

Vayamos a China, a la que consideras otro laboratorio de la misma clase. Soy el último en disculpar a China porque lo veo como un estado represivo y no como una economía realmente abierta, pero una vez dicho esto, reconozco las mejoras que ha habido en cuestiones de libertades y estándares de vida. Han pasado de un 0 a un 2 o a un 3. ¿Tú cómo lo ves?

El debate en China en estos momentos no es de auto alabanza. Existe una nueva escuela de intelectuales en China, que se autodenominan la nueva izquierda China, y que están criticando al partido. El gobierno, el Partido Comunista, está verdaderamente preocupado por los niveles de desigualdad que se han abierto entre el campo y la ciudad, entre los super ricos y los super pobres que viven codo con codo. Y está respondiendo de dos maneras. Una es hacer un poco de redistribución, lo que realmente queda fuera del modelo de Chicago. Se están haciendo nuevas e importantes inversiones en el campo y se está llegando al compromiso de condonar las tasas escolares durante los primeros nueve años para los niños en los ambientes rurales, ya que el año pasado hubo 87.000 protestas en China, una estadística increíble, así que claramente, hay gente que no está contenta con cómo van las cosas en China.

Al mismo tiempo estamos empezando a ver cómo China se está convirtiendo en un laboratorio para probar nuevos sistemas de vigilancia de la población a una escala que hubiese sido imposible bajo Mao. El New York Times publicó un artículo sobre cómo Shenzhen, la ciudad portuaria donde nació el modelo de área de libre mercado, es ahora una zona de pruebas para tarjetas de identificación biométricas que contienen toda la información posible, desde el número de teléfono de tu arrendatario a tu historial reproductivo, tu historial de crédito o tus antecedentes penales. Poseen el liderazgo en temas de conexión de redes de cámaras de circuito cerrado de televisión, hay unas 200.000 colocadas en una sola ciudad, y todo el cuerpo de policía está equipado con GPS. Lo que está ocurriendo allí parece salido de una novela de ciencia ficción. Así que tenemos una apertura al mismo tiempo que un nivel extraordinario de vigilancia que, quién lo diría, cuenta con el total apoyo de algunas de las mayores compañías de tecnología del mundo, este sistema fue construido por Microsoft...

Y todos, desde Google a Yahoo! les siguen la corriente.

En 1989 el discurso de estas grandes compañías de comunicación era que la televisión, la televisión por satélite, iba a llevar libertad y democracia a China. Y ahora es como si esa tecnología, con el total apoyo de estas mismas compañías, haya dado la vuelta, y en vez de ser herramientas de comunicación y libertad, sean ahora herramientas para llevar a cabo una intensa supervigilancia. Así que creo que ni siquiera hemos comenzado a entender lo que está ocurriendo en China, pero esto apoya bastante mi tesis, porque ni tú ni yo discutiríamos que China es un país extraordinariamente rentable económicamente.

Creo que lo que China nos muestra es que esta idea de que hay una correlación natural entre el capitalismo, entre el libre mercado y la libertad de las personas, es simplemente falsa. Una de dos, o bien China está pasando por una transición muy lenta o bien se han saltado la fase democrática completamente, simplemente la han dejado de lado y han terminado con esta cosa, que creo debería describirse como corporativismo. Pero esa no es sólo la tendencia en China sino también en Rusia, en EE.UU. y en Chile bajo Pinochet. Todos obedecen al mismo patrón de estados fuertemente endeudados, gobiernos muy intervensionistas, pero a favor de las corporaciones y contra los trabajadores.

Con referencia a los EE.UU., puedes decirme lo que ves.

Bueno, lo que veo, si volvemos a Friedman, es una campaña política muy explícita contra el Nuevo Tratado. Según Friedman la historia siguió el camino equivocado después de los años 30. Todo el mundo estuvo de acuerdo, después de la crisis bursátil, en que lo que había fallado era que se había dejado al mercado de valores regularse a sí mismo, lo que terminó siendo un sistema simplemente demasiado despiadado. El Nuevo Tratado vino a dar cuerpo a otra clase de capitalismo, hubo mucha más redistribución. Esto no sucedió porque la gente se volviera más agradable, existía una batalla de ideas entre el comunismo y el capitalismo y de los años 30 a los 60 el capitalismo se mantuvo en su fase más seductora. Fue así cómo se introdujeron elementos del socialismo en este modelo, de manera que la versión socialista más radical resultara menos atractiva. Estoy citando a Franklin Delano Roosevelt y a Keynes. Y fue bajo ese modelo el periodo en que se produjo el crecimiento económico más rápido, pero un crecimiento que estaba distribuido más justamente. Este fue el periodo en que realmente creció la clase media, no sólo en EE.UU. sino también en países como Chile y Argentina. Y fue entonces cuando comenzó una especie de guerra de clases, una guerra de clases de la derecha.

¿En qué periodo?

En EE.UU. comenzó con Reagan. Me he referido a la Escuela de Chicago como un movimiento ideológico e intelectual, pero no fue solamente un movimiento intelectual, estaba fuertemente financiado por Wall Street. Y la decisión de emprender lo que fue una contra revolución contra el Keynesianismo fue de las élites de los EE.UU. que estaban cansadas de compartir tanta riqueza con los trabajadores de EE.UU. En 1980 la diferencia entre los Directores Ejecutivos y los trabajadores que trabajaban para ellos era de 43 a 1, en la actualidad es de 422 a 1.

Pero existen también muchas pruebas de que los contrarrevolucionarios no han tenido demasiado éxito. Los EE.UU. son todavía una economía mixta en muchos sentidos y si miramos el gasto en programas de derechos asistenciales, Seguros Sociales para jubilados y para los más desfavorecidos así como el porcentaje de gasto del gobierno en el PIB, veremos que es mucho más alto de lo que era al comienzo de la contrarrevolución...

Pero el dinero no llega a la gente. El sistema de salud de EE.UU. entrega el dinero a las administradoras de seguros médicos. Mira, no creo que estos sujetos sean ideólogos. La ideología sirve como de una especie de tapadera para racionalizar el gran enriquecimiento personal del que se están beneficiando estas personas. Si miras lo que yo llamo el desastre del complejo capitalista, la séptima empresa con más éxito de la lista Forbes es una compañía administradora de seguros que se ha enriquecido tratando con soldados que llegaban traumatizados directamente desde Irak, gracias a que Rumsfeld privatizó la atención sanitaria para los soldados. O el caso de Tamiflu, he aquí un ejemplo perfecto de armonizar la respuesta al desastre con los intereses de los EE.UU. Bueno, es una idea bastante tenebrosa ya que considero que el gobierno de Bush es un gobierno de desastres capitalistas que hace dinero vendiendo medicamentos para brotes de gripe u otras pandemias, medicamentos contra el SIDA, actuando después de un huracán, como Bechtel y Halliburton. Esta es gente que se está enriqueciendo directamente cuando las cosas van realmente mal. No creo que los canadienses deberían trabajar con ellos. Si la contrarrevolución ha tenido éxito, ha tenido éxito abriendo aún más la brecha de desigualdades existentes. La situación de los trabajadores es más débil ahora de lo que era antes del Nuevo Tratado.

No, en EE.UU. la gran mayoría de la clase obrera está mejor ahora que antes del Nuevo Tratado. No creo que nadie quiera volver a los niveles de subsistencia que había en aquellos tiempos.

El salario base en EE.UU. ni siquiera se acerca al nivel de pobreza ...

No estoy diciendo que no podía ser más alto, estamos hablando en general, del conjunto de la clase obrera.

Bueno, el hecho es que se trata de una historia de desigualdad, ello hace que los grandes números sean engañosos. Cuando sumamos todo y luego lo dividimos terminamos con cifras que encubren lo que ha pasado en los últimos 30 años, y es que se ha abierto una brecha. Y cuando añadimos a todo eso la exitosa campaña de ataque ideológico a la esfera pública entonces tenemos situaciones como las de Nueva Orleans después del huracán Katrina donde la figura del estado ha sido tan diezmada que la respuesta al desastre consiste en distribuir DVDs y en decirle a la gente que corra por su vida.

¿Ves alguna diferencia significativa en cómo se comportaba a este respecto el Gobierno de Clinton y en cómo se comporta el Gobierno de Bush?

Hay algo que está descaradamente a la vista en el gobierno de Bush. El gobierno de Clinton hizo todo lo que pudo para avanzar en esa dirección. Recortaron los tentáculos del estado y lo único que quedó fue el corazón, el gobierno de Bush devoró el corazón y dejó al gobierno convertido en una concha vacía. ¡Han privatizado el ejército y se lo han dado a Blackwater! Es lo que estamos viendo ahora con los puentes cayéndose y el estado irresoluto, como lo llama Paul Krugman. Llamas a la puerta del Departamento de Seguridad Nacional y todo el tinglado está subcontratado.

Muy bien, hablemos ahora de Irak. Tú no ves la invasión de Irak como un intento de llevar paz y democracia a Oriente Medio, o a malas como una búsqueda fútil de armas de destrucción masiva; sino que tú lo ves como una operación completamente ilegítima para abrir nuevos mercados y generar nuevos beneficios para el corporativismo.

Creo que es más complejo, creo que fue una combinación entre enseñar una lección al mundo, "esto es lo que pasa si te metes con EE.UU." y querer volver a luchar la Guerra del Golfo, aunque de hecho el ejército haya estado jugando a juegos de guerra con Irak durante los últimos 12 años. Todo eso contribuyó, junto con el petróleo. También pienso que hay personas que realmente creyeron que iban a hacer un ejemplo del Oriente Medio, pero tengo que decirte que esa es la razón más terrorífica de todas ellas. A veces esto se describe como idealista, esta idea de que podemos convertir a Irak en un modelo de democracia de libre mercado y hacer que ello se transmita a toda la región. Esa idea es el destino manifiesto y la violencia que se ha apoderado de Irak es inherente a la violencia de esa idea.

Dices en el libro que no es extraño que las nuevas ideas, ya sean pro mercado o anti mercado o de cualquier otra índole, sean oportunistas, que aprovechan brechas causadas por desastres, o incluso promuevan dichos desastres para crear esas oportunidades, y consideras que el Marxismo revolucionario preparó el camino para esto...

Siempre he odiado esta idea. En charlas de izquierdas, siempre hay alguien que coge el micrófono y dice "pero, ¿las cosas no tienen que empeorar antes de que pueda pasar nada?", pero yo les cierro la boca porque los valores que espero representar son valores humanos, y esa es una idea tan profundamente anti humana, el deseo de que ocurra una tragedia para que gracias a la conmoción la gente despierte.

Pero, es así como funciona la política ¿no?

Bien podría ser. Escribí el libro porque creo que deberíamos conocer nuestra historia un poco mejor. Creo que habrá más desastres. Todas las estadísticas indican que veremos desastres naturales más intensos, más huracanes de categoría 5, más ataques terroristas. No me gusta decir esto pero estamos viviendo tiempos de conmoción y escribí el libro porque quiero que la gente se haga más resistente a estas conmociones. No creo que esto sea un juego, realmente pienso que cuando conocemos nuestra historia y sabemos cómo funcionan estas tácticas somos más difíciles de explotar, tanto por la izquierda como por la derecha.

Pero, ¿por qué no habría que estar preparado? Siendo alguien que tiene unas ideas diferentes, ¿por qué no aprovechar la oportunidad?

No tenemos por que dejarlo todo, simplemente porque estemos conmocionados. Usaré esta frase de Federico Allodi, el fundador del Centro Canadiense para las Victimas de la Tortura. Dice, "en España la gente ha metabolizado su historia." Los países que han pasado por el proceso de metabolizar sus horrores se hacen más resistentes a las conmociones. Cuando España sufrió el ataque terrorista, Aznar salió inmediatamente en televisión acusando a los vascos, diciendo que esa era la razón por la que estaban en Irak, recurriendo a tácticas de miedo, y así es cómo perdió las elecciones. La gente decía, "nos recuerda a algo. Nos recuerda a cómo Franco solía mantenernos asustados". Así que para mí, se trata menos sobre de quién son las ideas que van a ganar después de la siguiente conmoción y más sobre porqué no tenemos que dejar de utilizar nuestros cerebros ante un nuevo ataque terrorista. No tiene por que ser la excusa para que la agenda de Bush entre en Canadá, por ejemplo. Porque la gente estará preparada cuando esto ocurra, y podrá resistir, nosotros podemos estar preparados también, no para implantar el mundo que soñamos, porque eso sería antidemocrático, sino simplemente para mantener nuestras ideas.

Consideras que el capitalismo no ha tenido éxito en ciertos países... Irlanda, por ejemplo Si miramos la población durante los últimos 10 o 20 años hay mucha menos gente que antes viviendo en una situación de pobreza extrema.

No estoy de acuerdo contigo. La mayoría de estas estadísticas son sobre China o la India, países que están sufriendo una rápida urbanización, y lo que un dólar significa para ti cuando vives en una granja cultivando tu propia comida y con acceso al agua es una cosa y lo que significa cuando vives en una chabola a las afueras de Delhi, es otra cosa completamente distinta. Pero por supuesto que ha habido éxitos, y hay cosas maravillosas que resultan de vivir en un país capitalista, de las que yo y tú nos beneficiamos. Nos han forzado a creer que no podemos tener los beneficios de un sistema de mercado a no ser que destruyamos los puentes que permitirán a más gente tener acceso a él. Y cuando hacemos cosas como esta, en este país, como por ejemplo triplicar las tarifas de educación a lo largo de la década de los 90, privatizar la sanidad, eliminar estos puentes entre las clases sociales, tenemos unas reglas económicas despiadadas.

No hemos privatizado la sanidad.

No, pero está en el orden del día, y ciertamente la sanidad pública ha sido profundamente mermada

¿Así que tú estarías contenta con una economía de mercado si ésta distribuyera mejor la riqueza?

Desde luego que sí

He intentado descubrir tus tendencias políticas y no he podido

Mira, creo que va a haber muchos izquierdistas radicales que se desilusionarán al comprobar lo Keynesiano que es este libro.

¿Eres una defensora Keynesiana de la economía mixta?

Creo que soy una realista.

¿Has participado alguna vez en política?

No, yo voto al NDP (New Democratic Party).

Pero eres una figura representativa para mucha gente, y crees en la democracia y en las elecciones así que podría ser un siguiente paso.

Gracias por tu consejo.

¡No era un consejo, estaba preguntando!

Quizá sea por egoísmo ya que me gusta tanto el proceso de investigación, me encanta, y la política es tan diferente. Podría haber un momento político si hubiese un proyecto con el que poder comprometerme...

¿Lo harías en Canadá?

Claro, es el único lugar donde lo haría. Pero probablemente lo que haría sería más una especie de colaboración política.

¿Involucrarte con el gobierno?

Sí, aunque ni siquiera pienso en ello como en algo que comporte involucrarse en el gobierno, Ken, ¡ya que creo que perderíamos!, ¡seguro que no pasaría de la campaña!

....espacio para no olvidar ....

.... la memoria es, ya, una esperanza....

... Memorial de Agravios... para muestra, basta un espejo...

... civiles asesinados durante la guerra en irak ...

... por ustedes rebeldes, rebeldes seremos...

... por ustedes rebeldes, rebeldes seremos...
Foto de Pedro Valtierra