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Llamamos a todos y a todas no a soñar, sino a algo más simple y definitivo, los llamamos a despertar. - Sup Marcos (1/enero/1999)

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“Porque en el fondo, uno ama al mundo a partir de la certeza que este mundo, triste mundo convertido en campo de concentración, contiene otro mundo posible. O sea, que el horror está embarazado de maravilla.” -Eduardo Galeano

lunes, 31 de diciembre de 2007

dos mil ocho = noventa y cuatro

me parece que el primero de enero del dos mil ocho tiene grandes semejanzas con aquel de hace catorce años, donde el “ya basta” nos despertó del sueño de opio del ingreso, con bombo y platillo, al primer mundo…. (confesión personal: en mi caso, el “ya basta” no me estremeció sino hasta años después. para lavarme las manos pudiera decir que en el noventa y cuatro tenía doce años y que los reyes magos aún llenaban mis zapatos con regalos en aquel enero. aunque tarde, justo es mencionar que aquella rebeldía es la que marcó mi camino y me ha hecho soñar y trabajar en la construcción de un mundo nuevo, éste sí justo.)

el noventa y cuatro marcó la puesta en marcha del tratado de libre comercio de norteamérica.

el dos mil ocho marca la ofensiva final del tratado de libre comercio al campo mexicano. los aranceles a los granos básicos se terminarán en el último minuto de esta noche vieja. como jugando escondidillas : “estén listos o no, ahí voy”, así las importaciones sin límites de maíz, frijol, azúcar, etc. cruzarán la frontera en contrasentido de nuestros campesinos.

durante el noventa y cuatro nadie veíamos –ni siquiera imaginábamos- la capacidad de organización de los olvidados pueblos indígenas. a nadie nos indignaban las terribles condiciones de vida (eufemismo para condiciones de muerte) a las que se les ha condenado.

en el dos mil ocho, nada ha cambiado en la condena de los pueblos indígenas. tampoco hemos aprendido a mirarlos, a respetarlos, a escucharlos… mucho menos a conocer su capacidad de organización. nadie volteó al territorio yaqui para escuchar el tejido de la diversidad de voces indígenas allí reunidas en octubre en el encuentro de pueblos indígenas de américa.

pero dos importantes diferencias hay entre ambas fechas: ahora el campesinado también tiene motivos de sobra para salir a las calles (y no precisamente a correr con sus maletas al ritmo de las doce campanadas) este primero de enero; y, la organización de los pueblos indígenas se ha fortalecido más allá de chiapas.

que no nos llame la extrañeza si -mientras nos comemos las uvas, escupimos sus semillas, abrazamos a los familiares, barremos la puerta de la casa hacia afuera, corremos con maletas hasta la esquina de la casa, aventamos lentejas, revisamos que nos hayamos puesto los calzones amarillos y rojos, todo esto antes de que la doceava campanada se vuelva silencio- miles de mexicanos indígenas y campesinos –con copales encendidos alumbrando su paso- bajan de sus montañas, salen de sus bosques y selvas, en silencio, de la mano de la niebla para gritarnos, una vez más:

¡¡YA BASTA!!

por cierto, aprovecho para desearles un año nuevo lleno de alegrías… que su camino encuentre salud, amor y trabajo…

pablo

domingo, 30 de diciembre de 2007

Los pueblos indios son la solución, no el problema

comp@s, aprovecho mi opinión sobre el inicio de año para recordar este texto que se publicó en junio... saludos... pablo



comp@s...

el primero de enero del 2006 dió inico esa esperanza que es la otra campaña. ya más de 18 meses desde que el caminar y escuchar recorren dignamente este méxico que duele....

la primera parte de la segunda etapa de la otra campaña acaba de terminar...

¿mis impresiones? los pueblos indígenas se están organizando... en sus asambleas, sus territorios, sus modos y sus tiempos... en ese viento que la ciudad y la televisión no sabemos escuchar.... no los vemos, no los escuchamos... pero el rumor de la fuerza y resistencia del méxico profundo se está enarbolando...

de allí, de sus miradas, de su trabajo, de sus palabras y corazones vendrán, inesperádamente - tanto como el primero de enero de 1994- y nos regalarán esperanza para un otro mundo posible...

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el pasado lunes 18 de junio, en el suplemento Ojarasca de la jornada, Hermann Bellinghaussen escribe y nos remarca la importacia de los pueblos indígenas en el transcurrir de la otra campaña... el título habla ya de por sí.... va el texto...

saludos y buen camino
pablo

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Los pueblos indios son la solución, no el problema


Hermann Bellinghausen

La vuelta fue alrededor, a lo largo y adentro. La otra campaña recorrió en 2006 el país lo más completo que se pudo. Que fue bastante. Atravesó todos los estados por sus capitales y por sus cerros, costas, lagos, ríos, presas y lagunas, bosques, barrancas, selvas y desiertos, pueblos chicos, pueblos grandes, orillas de camino, fronteras, minas, comarcas devastadas, bolsas de exilio interior, burdeles, casas particulares, universidades y barrios más pobres y agraviados de lo que las buenas conciencias de las urbes se atreverían a imaginar.

Con escasas excepciones, y en su caso relativas, la Comisión Sexta del EZLN se encontró con prácticamente todos los pueblos indígenas que viven en México. Algunos, los más extendidos, aparecieron varias veces en distintas entidades y condiciones. Los nahuas acogieron a la otra campaña en Guerrero, Jalisco, la Huasteca, el Distrito Federal, Puebla, Michoacán. Los zapotecos, mixtecos y triquis en Oaxaca y más allá: Baja California, Sinaloa, Valle de Anáhuac, sur de Veracruz. En las "regiones de refugio" de pueblos olvidados o negados: pames, pimas, te'enek, huachichiles, caxcanes. En las tierras ancestrales del wixárika, rarámuri, maya, mixe, purhépecha, totonaca com'cac, amuzgo, chontal, popoluca, tzeltal, tzotzil, chol, ñahñú, mazahua, tepehuano, yoreme del Yaqui y del Mayo. Y con los más últimos cucapá, kumiai, kiliwa, kikapú. Salieron a sus paso mazatecos, guarijíos, mames, chinantecos, huaves, tohono od'ham, tojolabales, zoques.

Consejos de ancianos, gobernadores tradicionales, representantes ejidales o de bienes comunales, alcaldes por usos y costumbres, ayuntamientos populares, municipios autónomos, autoridades policiacas comunitarias, organizaciones indígenas de migrantes o productores. Bajo múltiples formalidades, la Comisión Sexta fue recibida en decenas de pueblos del sur, el norte, el centro, las costas y el resto. Y se entrevistó con ellos. Ocasionalmente, el delegado Zero recibió bastones de mando o alguna investidura de honor. Pero los encuentros no eran para eso, sino de trabajo y sí, encuentro. De hablarse y ver acuerdo.

El respeto y la autoridad moral del Ejército Zapatista de Liberación Nacional se pusieron a prueba, como anunciaba la Sexta Declaración de la Selva Lacandona desde 2005. El enviado de los mayas chiapanecos zapatistas encontró hermanos por todas partes. La participación constante del Congreso Nacional Indígena en el recorrido nacional reveló que los pueblos tienen rato de haberse encontrado y estarse hablando. Y que la rebelión, la resistencia y la autonomía zapatista forman parte de las conciencias y los corazones de los pueblos originarios.

Los Acuerdos de San Andrés son bagaje de todos estos pueblos. Los reivindican, los respaldan y, cuando pueden, los aplican como ley. No hay que olvidar que muchos de ellos participaron directamente en los diálogos de San Andrés en 1995 y 1996. Y los que no llegaron entonces, se sumaron pronto o lo siguen haciendo, decididos a que nunca más haya un México sin ellos. Nunca lo ha habido, ni lo habrá mientras México exista.

La comunidad de todos los pueblos es muy amplia. En sus fortalezas y sus problemas. Comparten la permanente amenaza de perder tierras, aguas y territorios, paroxísticamente acelerada por los programas neoliberales de "titulación" de predios vía Procede y Procecom, y también invasiones toleradas por el gobierno, expropiaciones por motivos falsos (vgr: "ecología" es como llaman al turismo extensivo, la bioprospección, los desarrolllos residenciales y la explotación de recursos que son de todos). El vil despojo. También comparten la exigencia de una vida mejor, y la doble identidad: como el pueblo que son y como parte de la Nación.

Un fantasma recorre el México rural, en particular indígena: el del "nuevo" artículo 27 constitucional. Junto con el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica, significa una declaración de guerra de exterminio, presuntamente "benigna", contra los pueblos indios. Pues está la tenaza maligna: caciquismo casi indistinguible del narcotráfico, corrupción generalizada de todos los niveles de gobierno que tienen que ver con las comunidades, represión selectiva, militarización, paramilitarización, esterilización forzosa de mujeres con la zanahoria del programa Oportunidades.

El poder les combate sus lenguas y busca desfondar sus culturas. Destruye sus hábitos alimentarios, contamina sus aguas, milpas y cielos. Les quiere arrebatar sus maíces e imponerles a Monsanto. La protección de precios, cargas fiscales y mercados no es para ellos, sino para Wal Mart, Coca Cola, Aguas de Barcelona, Peñoles, Lala, Nestlé, Haliburton, Iberdrola, Telmex. Para los acaparadores de café, pesca, frutas y verduras, leche, carne de vaca y de chivo son todas las licencias y estímulos. Para las maquiladoras esclavizantes.

Los pueblos indios son el primer blanco del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el Pentágono. Las políticas "sociales" de los gobiernos se pretenden paralizantes. Y la expansión de los negocios, de preferencia extranjeros, tiene prioridad.

La otra campaña constató tal tendencia a la desigualdad bruta también en ciudades, zonas industriales y regiones no indígenas. En algunos casos ya casi consumada (Cancún, Los Cabos, Huixquilucan). Muchas ciudades capitales ya son tipo americano, o eso creen sus dueños. Dos o tres, como San Luis Potosí, Nuevo Laredo o Torreón, ya empezaron a morir por plomo lento, arsénico y otros venenos industriales.

Pero el recorrido también constató que las resistencias se multiplican por abajo. Y que los pueblos indígenas son los primeros valladares contra el Procede. Tienen "más clara la película", y un apego sagrado al suelo que pisan. La migración los atraviesa como espada, pero ni así abandonan tan fácil la tierra. No es mercancia. No les pertenece, le pertenecen a ella. Como dice la parábola india, "no heredamos la tierra de nuestros antepasados, la tomamos prestada de nuestros hijos". Y debe ser común para hacerla vivir entre todos.

Cuando los "cerebros" salinistas/zedillistas (Arturo Warman, Luis Téllez Kuenzler, Gustavo Iruegas) "decidieron" que la demanda autonómica de los indígenas era una "amenaza de balcanización" del país y "ponía en riesgo la unidad nacional", ocultaban que su meta era, precisamente, facilitar la balcanización de México por el mercado libre y la globalización. No obstante la falacia, el argumento aún determina las políticas económicas y políticas, y ya permeó de manera acentuada las doctrinas militares y de seguridad nacional. Por eso ni Zedillo ni Fox cumplieron su compromiso de honrar los Acuerdos de San Andrés. Y Calderón, bueno, ¿qué cree el lector que hará?

La "amenaza" de la autodeterminación indígena es la opuesta: estorba para una verdadera balcanización, la entrega del país al mejor postor. Los pueblos exigen ante todo, como dijera la comandanta Esther en el Congreso de la Unión en 2001, su derecho a ser mexicanos. Que les pregunten hoy mismo a los huicholes de Tuapurie, los seris de la isla del Tiburón, los otomís de Querétaro y Guanajuato, los mayo de Sinaloa y Sonora, los rarámuri de la Tarahumara, los zapatistas de Chiapas, los totonacas de Veracruz y Puebla, los zapotecos y mixtecos de Oaxaca, Baja California Norte, Coatzacoalcos, Distrito Federal y Los Ángeles. Ellos son quienes más resisten. Insisten en seguir siendo mexicanos, ser reconocidos y respetados como tales.

Las leyes los han traicionado. Esto es, los legisladores de todos los partidos en el Congreso; las secretarías de Reforma Agraria, Agricultura, Medio Ambiente, Educación Pública, Gobernación; la Comisión de Pueblos Indios; las cortes de justicia. Exilio, pobreza o cárcel es la oferta. Los pueblos organizados esperan poco o nada de las instituciones.

Algún día la Nación reconocerá que la principal defensa de la soberanía nacional y el amor a México ha estado todo este tiempo en los pueblos indígenas. Que es falso considerarlos "atrasados" y "reacios al progreso". Su modernidad es original y realista. Saben, como T. S. Elliot, que sin tradición no hay modernidad.

Negar a los pueblos indios es hábito vergonzante de los poderes mexicanos y de una sociedad hegemónica que no se reconoce racista pero lo es, y mucho. Siempre ha representado una estupidez de efecto genocida. Hoy se materializa numéricamente en los censos, y prácticamente en los programas educativos y de salud, la obra pública --aeropuertos, autopistas, hidroeléctricas y proyectos eólicos, urbanizaciones--, la planeación turística. De prevalecer los intentos de exterminio de los pueblos indios, implicarán un suicidio nacional.

En su travesía por (y con) los cerca de 60 pueblos indígenas del país, la otra campaña encontró el núcleo duro de la resistencia nacional. El extraordinario movimiento popular oaxaqueño, y la brutal respuesta que ha recibido la APPO por parte del Estado confirman que el horno no está para bollos. Y que quienes más se oponen con eficacia y sentido a los procedes y las expropiaciones "a la malagüeña", como expresó un campesino mestizo de Linares, Nuevo León, son los pueblos indígenas.

Si uno busca evidencias, Oaxaca no es mal punto de partida. Los pueblos indios practican la democracia (aunque imperfecta: por ejemplo falta mucho en materia de igualdad para las mujeres); lo hacen con nitidez, autenticidad, solidaridad, tolerancia y sentido de la justicia.

Por supuesto que el bombardeo institucional para desmantelar las comunalidades es múltiple: división religiosa o por partidos políticos, malas resoluciones agrarias, clientelismo, paramilitarización, alcoholización, manipulación mediática, ruptura de tejidos agrarios y comunales. Si alguien duda que la desigualdad en México es de las mayores a escala planetaria, baste señalar que para estos pueblos resulta más costoso que para los ricos y las empresas pagar energía eléctrica, impuesto predial, transporte, gestión comercial o atención médica.

La otra campaña no sólo encontró estas evidencias. También las que apuntan a que nuestro país tiene esperanzas. Sin la participación directa y en primera persona de los pueblos originarios, sin su fuerza y sabiduría, no habrá resistencia civil pacífica que valga, ni una nueva Constitución que proteja a la Nación y los derechos humanos. Para decirlo pronto, sólo con ellos es posible un México nuevo, democrático, justo y soberano .

Voces de cuatro generaciones de mujeres zapatistas

comp@s, en estos días (del 29 de diciembre al 1 de enero de 2008) se está llevando a cabo en el caracol de la garrucha el encuentro de las mujeres zapatistas con el mundo....


en este contexto, Gloria Muñoz Ramirez publicó lo siguiente es su columna "Los de Abajo" en el periódico La meJornada (29/12/2007)

Voces de cuatro generaciones de mujeres zapatistas:

“Antes yo tengo que levantar muy temprano. Tengo que agarrar 20 mazorcas y no hay molino, en piedra molemos, pero había piedra bonita y sacamos 100 tostadas. No hay la paga en la finca y mi marido de balde está trabajando semanas, no hay dinero, ni un peso. De la tienda del patrón sacan el maíz, comemos y lo debemos, y si saca un kilo de sal pues ahí lo va pagar toda la semana. No hay ropa, buscamos con nuestro patrón si va a dar un peso, dos pesos, pero no hay. El patrón pega, y por qué no. Mi tata murió y bien que lo chicoteaban, por eso murió. Mi marido también pega. Sólo conseguí a hombre para pegar, entra a pegar, patea, jala pelo. No es mi gusto casar, pero vienen los patrones, los caporales, y ellos dicen vas a escoger ese hombre. Me dijeron vas a casar con él. Así lo cogí. Tuve dos hijos: una hija y un hijo, la hija ya murió, ya estaba grande pues, murió de puro corrimiento y calentura.”

“Empiezo mi día moliendo el maíz. Mi trabajo es hacer tortilla, mantener a la familia, lavar, cargar leña, traer maíz, asear la cocina. Después empezamos a moler para la tortilla de la tarde, desgranamos nuestro maíz, lo ponemos a cocer, y si hay corte de café pues temprano nos vamos a cortar. Luego regresamos, hacemos nuestra comida en la tarde, y luego ya a dormir. Aparte de esto tenemos trabajo en la organización. Nosotras tenemos nuestro colectivo de la tienda, y ahí las mujeres trabajamos. Somos 53 compañeras, y nos organizamos por turnos cada día. Estamos orgullosas, porque llevamos nuestra administración. Hay solteras y casadas, y pensamos que si da paguita nuestra tienda pues podemos comprar dos vaquitas, y así sale dinero para cuando una compañera va a una marcha, a un trabajo colectivo o a tomar curso.”

“Yo soy promotora de educación autónoma. Es muy importante este trabajo, porque los niños van a aprender muchas cosas. Nuestros padres empezaron la lucha, nosotras le seguimos y los niños la van a terminar. Aquí se quiere a los niños y a las niñas, y se les va a enseñar con amor las letras. A mí me eligieron en la comunidad para este trabajo, y lo acepté porque me gusta. Había pocas mujeres cuando recibí el curso, sólo cuatro, porque es muy difícil caminar desde aquí al caracol de La Realidad a tomar los cursos, y también porque a veces no las mandan sus papás a las mujeres jóvenes, porque piensan que van a buscar novio y ya no van a regresar. Es difícil, cuesta mucho que una mujer acepte un cargo, porque se piensa que la mujer sólo sirve para hacer el aseo de la casa, casarse y tener hijos. Pero ya se está cambiando. Ya no es igual. Me gusta ser promotora de educación, porque es un amor diferente a los niños y ellos nos enseñan muchas cosas.”

“Yo tengo ocho años y cuando me levanto le voy a dar de comer al marrano, luego torteo y lavo traste y cuido mi hermanito, junto basura y desgrano maíz. Ya luego me voy a la escuela y ahí aprendo las matemáticas. Juego a correr y trepamos en el palo. También al juego del pañuelo y a la pelota. Ser zapatista es que luchamos por agua, paz y comida.”

jueves, 13 de diciembre de 2007

PRIMER COLOQUIO INTERNACIONAL IN MEMORIAM ANDRÉS AUBRY... "... PLANETA TIERRA: MOVIMIENTOS ANTISISTÉMICOS..."

para la banda que le interese, pueden descargar todos los audios de lo sucedido en este coloquio acá: http://www.radioinsurgente.org/index.php?name=pagetool_news&news_id=252

No dejen de escuchar lo dicho por Naomi Klein y por John Berger.... saludos...



comp@s... les comparto la invitación al coloquio en memoria de Andrés Aubry. Éste se realizará en San Cristobal de las Casas, Chiapas del 13 al 17 de diciembre de 2007...

pues para quien le interese y ande por allá podrá escuchar a john berger, naomi klein, pablo gonzález casanova, enrique dussel, immanuel wallerstein, sup marcos, entre otros....


y pues si ya andan en jovel por esas fechar, pues de allí se pueden lanzar para acteal, a la conmemoración de los 10 años de la masacre....


COMP@S... PARA QUIEN QUIERA VER EL COLOQUIO EN VIVO DESDE CUALQUIER PARTE DEL MUNDO MUNDIAL HAGAN CLICK AQUÍ


PARA LEER LAS CONFERENCIAS Y VER EL VIDEO DEL EVENTO (NO EN VIVO), DAR CLICK AQUÍ








muchos saludos, buen camino,
pablo

Los cínicos no sirven para este oficio - Ryszard Kapuściński



comp@s, les comparto un fragmento del libro Los cínicos no sirven para este oficio. Sobre el buen periodismo del periodista polaco Ryszard Kapuściński (Anagrama, 2007, p.p. 19 - 20). En este fragmento Kapuściński se refiere a los "dotes necesarios" para realizar un trabajo periodístico de primer nivel.

Les comparto esto porque lo que dice Kapuściński aplica (casi al pie de la letra) para quienes realizamos trabajo con gente, con comunidades.....

chido.....

"Debe ser testigo de todos los acontecimientos de relevancia que se producen en un territorio de treinta millones de kilómetros cuadrados (la superficie de África), debe saber lo que está ocurriendo al mismo tiempo en los cincuenta países del continente, lo que ha ocurrido allí antes y lo que puede suceder en el futuro, conocer por lo menos la mitad de las dos mil tribus que conforman la población africana, dominar cientos de detalles técnicos [...]. También debe ser un hombre de gran resistencia física y psíquica, pues, por más que piense ¿de qué nos sirve nuestro corresponsal si se abandona a la depresión y cae en un estado de postración que lo inmoviliza y le impide escribir una sola palabra en los momentos en que se suceden acontecimientos de máximo interés e importancia? [...] Tampoco puede ser corresponsal el que tiene miedo de la mosca tse-tse, de la cobra negra, del elefante, de los caníbales, de beber agua de ríos y arroyos, de comer tartas hechas de hormigas asadas; el que se estremece con sólo pensar en las amebas y en las enfermedades venéreas, en que le robarán y lo apalearán; el que ahorra cada dólar para construirse una casa cuando vuelva a su país; el que no sabe dormir en una choza de barro africana, y el que desprecia a la gente sobre la cual escribe."



viernes, 7 de diciembre de 2007

AUTOGOLPE por Denise Dresser


comp@s, va una opinión publicada en Reforma (03-12-2007) que complemento con algunas de las caricaturas que se han publicado en la jornada durante la última semana.
saludos... y que la vida nos alcance para conocer ese país democrático donde la impunidad no tenga cabida.
pablo

cartón Harakiri de Rocha, publicado en La Jornada (04-12-2007)


'Autogolpe' Por Denise Dresser

Hay golpes en la vida, tan fuertes. Golpes como del odio de Dios, escribía César Vallejo. Golpes como los que seis ministros de la Suprema Corte acaban de propinarle al país. Heridas como la que el máximo tribunal acaba de infligirse a sí mismo al declarar que las violaciones a las garantías individuales de Lydia Cacho fueron inexistentes o poco graves. Al sugerir que la última instancia a la que un ciudadano puede recurrir no funciona para él o para ella. Al transformar el sufrimiento de niños y niñas víctimas de la pederastia en una anécdota más. Al convertir su veredicto en confabulario de gobiernos corruptos, empresarios inmorales, criminales organizados. Y así como un agente judicial le dijo a Lydia Cacho durante su "secuestro legal": "Qué derechos ni qué chingados", la Suprema Corte acaba de decirle lo mismo a los habitantes del país. Ustedes y yo, desamparados por quienes deberían proteger nuestros derechos, pero han decidido que no les corresponde velar por ellos.

Al votar como lo ha hecho, la mayoría de los ministros acaba de darle una estocada a la Corte de la que tomará años en recuperarse, si es que alguna vez logra hacerlo. Porque su resolución va a ocupar un lugar deshonroso en la historia constitucional de México, similar al que ocupa el caso Dred Scott en la historia constitucional de Estados Unidos. Ese caso en el que la Corte intentó imponer una solución judicial a un problema político; ese caso del año 1856 en el cual declaró -también "conforme a derecho"- que la esclavitud tenía fundamento legal y que como Dred Scott era un esclavo, carecía de derechos y la Corte no tenía jurisdicción para intervenir en su favor. Ese caso que hasta el día de hoy se considera una mancha imborrable, una vergüenza compartida, una herida autoinfligida.

Sablazo similar al que producen los seis ministros que se vanaglorian de empatía y sensibilidad, pero en sus argumentos públicos no las demuestran. Ingenuos o cínicos cuando sugieren que su resolución no deriva en impunidad y que "otras instituciones" podrían investigar el caso, a sabiendas de que llegó a sus recintos precisamente porque eso jamás iba a ocurrir. Contradictorios o deshonestos cuando desechan el caso argumentando que la grabación telefónica entre Kamel Nacif y Mario Marín no tiene valor probatorio alguno, e ignoran la investigación exhaustiva de mil 251 páginas que confirma su contenido. Insensibles o autistas cuando optan por descartar los 377 expedientes relacionados con delitos sexuales cometidos contra menores. Cómplices involuntarios o activos cuando afirman actuar en función del "interés superior" y éste resulta coincidir con los intereses del gobernador y sus amigos. Representantes del peor tipo de paternalismo cuando declaran -en un comunicado lamentable- que sus sofisticadas decisiones no resultan de "fácil comprensión" para grupos muy numerosos de la sociedad. (cartón Ministro Aguirre por Rocha, La Jornada, 29-11-2007)

Seis ministros acaban de destruir la magnífica ilusión -alimentada por su actuación ante la Ley Televisa- de que la Corte opera en un plano moral superior a la mayoría de los mexicanos y se aboca a defenderlos. Cómo creer que han puesto "lo mejor de sí mismos para servir correctamente al país" si allí están las carcajadas del ministro Ortiz Mayagoitia. Las descalificaciones del ministro Aguirre. Los vaivenes argumentativos de Olga Sánchez Cordero. La relativización de la tortura avalada por Mariano Azuela porque el caso de Lydia Cacho no fue "excepcional" o "extraordinario". El consenso de todos ellos en cuanto a que quizás hubo violaciones pero fueron menores, no graves, resarcibles, quizás indebidas pero no meritorias de la atención de la Corte. O como lo preguntó el ministro Aguirre: "Si a miles de personas las torturan en este país. ¿De qué se queja la señora? ¿Qué la hace diferente o más importante para distraer a la Corte en un caso individual?" (cartón La Justicia en México del Fisgón, La Jornada, 07-12-2007)

Quizás sólo quede demostrada alguna vez la violación de garantías individuales en México cuando a la esposa de algún ministro la trasladen sin el debido due process durante 23 horas de un estado a otro. Cuando a la madre de algún juez le digan que sólo le darán de comer si le hace sexo oral a los agentes judiciales que la han secuestrado. Cuando a la hermana de algún magistrado importante le metan una pistola a la boca y le susurren al oído "tan buena y tan pendeja; pa' qué te metes con el jefe ... va a acabar contigo". Cuando a la hija de algún abogado le cobren una fianza excesiva para dejarla salir de la cárcel o amenacen con violarla allí o la sometan a entrevistas intimidatorias o un gobernador le dé un buen "coscorrón". Cuando a la nuera de algún político le digan sus torturadores "Ten tu medicina aquí ... un jarabito, quieres?", mientras se soban los genitales. Cuando a la nieta de alguna procuradora la viole un pederasta protegido por un "Estado de derecho" puesto al servicio de los poderosos que casi siempre ganan. Cuando alguno de ellos -lamentablemente- sea víctima de un sistema judicial podrido y no antes. Sólo así.

Y bueno, la Suprema Corte se pega a sí misma, pero el peor golpe se lo da a la nación al demostrar cuán lejos está de ser un garante agresivo e independiente de los derechos constitucionales. Cuán lejos se encuentra de entender el maltrato sistemático de millones de mexicanos vejados por el sistema judicial y aplastados por las alianzas inconfesables del sistema político. Así como Kamel Nacif llama "pinche vieja" a Lydia Cacho", la mayoría de la Suprema Corte acaba de llamarnos "pinches ciudadanos" a ustedes y a mí. Acaba de mandar el mensaje de que no la molestemos con asuntos tan poco importantes como la defensa de las garantías individuales, porque está demasiado ocupada validando los intereses de empresarios poderosos y sus aliados en otras ramas del gobierno.

Quizás por ello en el libro Memorias de una infamia, Lydia Cacho escribe: "Mi país me da pena. Lloro por mí y por quienes tienen poder para cambiarlo pero eligen perpetuar el statu quo". Y lloramos contigo Lydia -nuestra Lydia- pero rehusamos rendirnos aunque seis ministros de la Corte lo hayan hecho. Porque tienes razón: México es más que un puñado de gobernantes corruptos, de empresarios inmorales, de criminales organizados, de jueces autistas. México es el país de quienes luchan terca e incansablemente por devolverle un pedacito de su dignidad. Y aunque la Corte rehúse asumir el papel que le corresponde ante esta causa común, hay muchos ciudadanos que comparten la convicción -junto con el ministro Juan Silva Meza- "de que en un Estado constitucional y democrático, la impunidad no tiene cabida".

Copyright © Grupo Reforma Servicio Informativo
Fecha de publicación: 3 Dic. 07


cartón Propuesta Cívica del, Fisgón, La Jornada, 06-12-2007

domingo, 2 de diciembre de 2007

El Estado hueco --- Naomi Klein

Naomi Klein * (La Jornada, 01/12/2007)

El Estado hueco

No queríamos quedarnos atorados con algo defectuoso. Eso fue lo que Michael Chertoff, secretario de Seguridad Interna, dijo ante una comisión de la Cámara, el mes pasado. Se refería al “muro virtual” planeado para las fronteras de Estados Unidos con México y Canadá. Si todo el proyecto sale tan mal como el prototipo de 28 millas, podría resultar ser uno de los defectos más caros de la historia: se proyecta que

su costo sea, de aquí a 2011, de 8 mil millones de dólares.

Esta semana, Boeing, la compañía que obtuvo el contrato –el más grande otorgado por el Departamento de Seguridad Interna–, anunció que finalmente, tras meses de retraso debido a problemas con las computadoras, va a probar el muro. Las fuertes lluvias confundieron sus cámaras de control remoto y sus radares, y los sensores no pueden distinguir entre gente que se mueve, vacas pastando o arbustos que ondean sus hojas. Pero esta debacle apunta a algo mayor que una defectuosa tecnología. Revela la defectuosa lógica de la visión de la administración de Bush, que favorece un gobierno ahuecado, administrado en todos los aspectos posibles por contratistas privados.

Según esa visión radical, los contratistas ven al Estad

o como cajero automático, del cual retiran contratos masivos para llevar a cabo funciones centrales, como asegurar las fronteras e interrogar a prisioneros, y hacen depósitos en la forma de contribuciones a las campañas. El ex director de presupuesto del presidente Bush, Mitch Daniels, lo dijo así: “la idea general –de que la tarea del gobierno no es proveer servicios, sino asegurarse de que se provean– me parece obvia”.

El otro lado de la moneda de la directiva de Daniels es que el sector público pierde, a pasos agigantados, la habilidad para llevar a cabo sus más básicas responsabilidades, sobre todo en el Departamento de Seguridad Interna, el cual, como creación de Bush, ha seguido el modelo del cajero automático desde su concepción.

Por ejemplo, cuando el controvertido proyecto fronterizo fue

lanzado, el departamento admitió que no tenía ni idea de cómo asegurar las fronteras y además no creía que fuese su tarea averiguar cómo hacerlo. El subsecretario de Seguridad Interna dijo a un grupo de contratistas que “ésta era una inusual invitación… les pedimos que regresen y nos digan cómo hacer nuestra tarea”.

Las compañías privadas no sólo llevarían a cabo el trabajo, también identificarían qué trabajo necesitaba hacerse, escribirían sus propias órdenes de trabajo, las pondrían en práctica y las supervisarían. Todo lo que el departamento tenía que hacer era firmar cheques.

Y, como dijo un ex alto funcionario de Seguridad Interna, “si no proviene de la industria, no podremos lograrlo”.

En pocas palabras, si un trabajo no puede ser subcontratado, no puede ser realizado.

Esta filosofía, central en los años de Bush, explica estadísticas como ésta: en 2003, el gobierno estadunidense otorgó a las compañías 3 mil 512 contratos para llevar a cabo funciones de seguridad interna, desde la detección de bombas hasta la búsqueda de datos. En el periodo de 22 meses que finalizó en agosto de 2006, el Departamento de Seguridad Interna emitió más de 115 mil contratos relacionados con la seguridad.

Si el gobierno ahora es un cajero automático, quizá la guerra contra el terror se puede comprender mejor no como una guerra, sino como una nueva economía en expansión, basada en una continua inestabilidad y desastre. En esta economía, el equipo de

Bush no administra la asociación empresarial; más bien juega el papel del capitalista de grandes bolsillos, siempre atento a las nuevas compañías de seguridad (una inmensa mayoría encabezadas por ex empleados del Pentágono y Seguridad Interna). Roger Novak, cuya empresa invierte en compañías de seguridad interna, lo explica así: “Todos los grupos inversionistas están atentos a qué tan grande es el pesebre (gubernamental) y se preguntan ‘¿cómo puedo obtener una parte de la acción?’”

El contrato fronterizo de Boeing es sólo una parte de esta acción.

Otra, claro, es el auge de los contratistas de seguridad en Irak, actualmente estelarizado por Blackwater USA.

El mes pasado, cuando el gobierno iraquí acusó a guardias de Blackwater de masacrar civiles en Bagdad, quedó claro que la embajada estadunidense no tenía ninguna intención de cortar lazos con Blackwater porque no podría funcionar sin él.

Quizá por ello ese mismo bur

ó se apresuró en responder a los alegatos del gobierno iraquí del tiroteo de septiembre con un informe propio: que los guardias de Blackwater fueron atacados y respondieron. Días más tarde salió a la luz pública que un contratista de la embajada escribió el informe, contratista que trabajaba para Blackwater. Entonces, la administración envió a la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) a investigar los tiroteos. Sin embargo, pronto se supo que sus investigadores podrían ser protegidos por Blackwater. La FBI anunció que, por esta ocasión

, buscaría otros arreglos.

Y, ¿recuerdan el huracán Katrina, cuando los contratistas –incluyendo a Blackwater– llegaron a Nueva Orléans? Para ese entonces, la FEMA (la Agencia Federal en Manejo de Emergencias, integrada a Seguridad Interna. N. de la T.) ya estaba tan ahuecada que tuvo que contratar un contratista para que la ayudara a administrar a todos los contratistas. Y, a pesar de todas las controversias, el ejército recientemente decidió que necesitab

a actualizar su manual sobre el trato con los contratistas. Le dio la tarea de realizar el borrador de una nueva política a uno de sus principales contratistas.

Todavía se parece a un gobierno: con impresionantes edificios, sesiones informativas sobre la presidencia a los medios, batallas sobre las políticas. Pero si corres la cortina, no hay nadie en casa.

El escándalo de Blackwater podría haber ofrecido una oportunidad para cuestionar la pertinencia de transformar la seguridad estatal en una ac

tividad con fines de lucro, pero no en el Washington de hoy. En vez de remplazar sus contratistas cowboy con tropas, el Departamento de Estado dice que instalará cámaras de video en los vehículos que protegen.

La vigilancia a través de video es uno de los sectores más lucrativos de la economía de la guerra contra el terror. Hasta podría resultar ser una maravillosa noticia para los altos ejecutivos de Blackwater, que lanzaron una nueva compañía de inteligencia privada presentada como un “servicio integral capaz de

satisfacer todas las necesidades de inteligencia, operativas y de seguridad”. Si el pasado nos enseña algo, no hay razón por la cual los hombres de Blackwater no podrían ser contratados para espiar a Blackwater. De hecho, sería la perfecta expresión del Estado hueco que Bush

construyó.

© 2007 Naomi Klein.

* Autora del libro de reciente publicación The shock doctrine: the ris

e of disaster capitalism.

Traducción: Tania Molina

....espacio para no olvidar ....

.... la memoria es, ya, una esperanza....

... Memorial de Agravios... para muestra, basta un espejo...

... civiles asesinados durante la guerra en irak ...

... por ustedes rebeldes, rebeldes seremos...

... por ustedes rebeldes, rebeldes seremos...
Foto de Pedro Valtierra