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Mancera
rebasado. ¿Por la derecha o por la izquierda?
Editorial
para Zigma en la Política del 10 de noviembre de 2014
Pablo
Reyna Esteves (@preynae)
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A una semana de que el
jefe de gobierno del Distrito Federal rinda su segundo informe de gobierno, se
ve a Miguel Ángel Mancera Espinosa en medio de cuestionamientos sobre su gestión.
Hoy mismo, El Universal hizo públicos los resultados de una encuesta que
refleja que la percepción ciudadana hacia el desempeño de Mancera ha empeorado
en los meses recientes: 53% de la población desaprueba su gestión, mientras que
solamente el 44% la aprueba. Este es el nivel más alto de desaprobación desde
el 2003 cuando esta encuesta se aplicó por vez primera. La mayor parte de los
encuestados no percibe logros en su administración opacando, incluso, a los
programas sociales que ha impulsado. El aumento en el precio del boleto del
metro, el cierre de más de la mitad de la línea 12, la llamada dorada, la
inseguridad y los cambios al programa hoy no circula son los principales
errores mencionados.
Distintos centros de
derechos humanos han denunciado la política de criminalización y desmovilización
de la protesta social, a la par que han aumentado las detenciones arbitrarias
en esta gestión. Según datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública, la
Ciudad de México es ya la segunda ciudad más violenta del país aunque el ex
procurador general del distrito federal ha negado una y otra vez que haya
presencia de grupos de delincuencia organizada controlando territorios en el
Distrito Federal.
Por si esto fuera poco,
el 76% de la población percibe que los problemas de la Ciudad están rebasando
al jefe de gobierno, aunque no se especifica si el rebase es por la derecha o
por la izquierda. La relación de coordinación con el ejecutivo federal, la
ruptura con su ex jefe Marcelo Ebrard dan la impresión de que Mancera navega
aguas sin postura política clara. Incluso se han filtrado a la prensa los
arrebatos de su secretario de Gobierno, Héctor Serrano, quien se ha llamado a
sí mismo el verdadero jefe de gobierno.
Mientras Ebrard y
Mancera disputan sus capitales políticos en la línea dorada, el PRI no pierde
de vista la joya que le falta en la corona de su restauración. El nuevo
aeropuerto internacional de la ciudad de México y demás obras de infraeschuctur
anunciadas por Enrique Peña Nieto apuntan a reposicionar al PRI en la ciudad hacia
las elecciones del próximo año y cargarle los costos ambientales y sociales al
propio Mancera. Parece que éste es el precio que habrá que pagar por la Reforma
Política del Distrito Federal.
El hundimiento del PRD
en la ciudad avanza como si estuviera asentado en los terrenos de los que
alguna vez fue el lago de Texcoco. Veremos, pues, si hacia el 2015 logra
recuperarse, aunque sea poco a poco como la propuesta de Mancera en relación
con el salario mínimo, o veremos a los de amarillo y negro en un tercer lugar
detrás del PRI y de MORENA.
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