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Algunas
notas sueltas desde este México - prisión.
Editorial
para Zigma en la Política del 11 de marzo de 2015
Pablo
Reyna Esteves (@preynae)
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Enclaustrado.
Suelo dar seguimiento
puntual a lo que sucede en México. En la medida de lo posible me mantengo
enterado de lo que pasa en el mundo. Mi trabajo cotidiano se aferra a la
esperanza. Cuesta aferrarse. Inevitable es que las conversaciones con mis
amigas y amigos, mis compas, mis colegas, se topen de frente con las preguntas
¿cómo llegamos hasta acá? ¿qué hacemos? ¿cómo aferrarse a la esperanza?
Estamos fragmentados y así
se nos impone el discurso sobre lo que sucede actualmente. Fragmentos. Islas.
Pedacería de información. ¿Cómo unir los puntos? ¿Qué ilustración brota cuando
unimos Tlatlaya, Iguala, Ayotzinapa, Michoacán, las provocaciones del partido
del tucán, las amenazas al derecho humano al agua, la depreciación (centavo a
centavo) del peso), el país de las maravillas de los spots, a Trespatines y la
Tremenda Corte, las elecciones?
Intento juntar los puntos.
Se muestra una prisión. John Berger ha escrito que la mejor manera para
entender el mundo, no metafórica sino literalmente, es la prisión. Somos todas
y todos compañeros de celda. Enclaustrados. Quitando el velo al México de estos
días, la prisión y los celadores se muestran.
“La tortura es generalizada
en México. Ocurre especialmente desde la detención y hasta la puesta a disposición
de la justicia y con fines de castigo e investigación” concluye el Relator
Especial de Naciones Unidas sobre la Tortura, Juan Méndez.
“México debe redoblar sus
esfuerzos para atacar el problema de las desapariciones generalizadas que vive
el país” pidió el Comité contra la Desaparición Forzada de la ONU a México.
La semana pasada, el Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad al
Hussein, al rendir su informe anual ante el Consejo de Derechos Humanos de la
ONU, expresó que “México es un ejemplo de cómo la violencia criminal puede amenazar
ganancias democráticas. (…) La desaparición de 43 estudiantes en Iguala está
lejos de ser un hecho aislado, pero desafía a las autoridades a que tomen
acciones decisivas para acabar con la impunidad.”
Los celadores, de inmediato,
han desestimado a las distintas instancias de la ONU. Torturamos prisioneros
pero nada más tantito. Hay desapariciones pero son 23 mil casos aislados. Los
celadores están en campaña y nada debe distraer a los prisioneros del día en
que elegirán el color de la corbata del director de la prisión. “Ignoremos el palabrerío del carcelero –
escribe John Berger. Seguridad, Democracia, Identidad, Civilización,
Flexibilidad, Productividad, Derechos Humanos, Integración, Terrorismo,
Libertad, son repetidos incesantemente para confundir, dividir, distraer y
sedar a todos los compañeros de prisión.”
Y nuestra condición de
prisioneros nos hace negar este presente como final definitivo. La solidaridad
entre prisioneros, las maneras en que podamos comunicarnos entre nosotros, con
nuevas palabras, nuevos códigos, nos hará sobrevivir. La Libertad, en este
México – prisión – no está afuera sino en las profundidades de nuestras celdas.
Referencias:
Referencias:
- Berger, J. (2011), Fellow Prisoners, Guernica Magazine. https://www.guernicamag.com/features/john_berger_7_15_11/
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