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México Bárbaro.
Editorial para Zigma en la Política del 8 de abril de 2015
Pablo Reyna Esteves (@preynae)
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Insisto en que la masacre de
Iguala y la desaparición de los 43 jóvenes normalistas del Estado de Guerrero
son, para mí, una manera indispensable para comprender la crisis en la que
estamos como país. El desollamiento del
rostro de Julio César Mondragón, asesinato que, por cierto, no ha sido aclarado
en la agotada verdad histórica, muestra el verdadero rostro de este Estado, su
verdadera naturaleza.
Leer los periódicos, mirar
el entorno con los lentes de Ayotzinapa sirve, también, para mirarnos como
sociedad. Estos lentes mira, también, lo caro que hemos venido nuestra
reacción. No podemos decir que no sabíamos que millones de mexicanos trabajan
en la semiesclavitud de la agroindustria post TLCAN. No podemos decir que no
sabíamos que cientos de miles de menores se ven obligados – no solamente por
sus patrones sino las violencias estructurales, el desprecio y la discriminación
generalizada – a trabajar en jornadas del doble de horas de las que se
reconocen en las leyes, sin posibilidad de ejercer su derecho a la salud, a la educación,
a una vida digna. Sabíamos, sabemos que la paga de las y los jornaleros
agrícolas en México es vergonzante; que al descomunal esfuerzo físico hay que agregarle
el contacto con agrotóxicos. Y aunque sabíamos, sabemos, nuevamente, como con
los miles de desaparecidos anteriores a Ayotzinapa, volteamos el rostro hasta
que 200 indígenas tarahumaras fueron rescatados de campos de Baja California
Sur y miles de jornaleros de la región de San Quintín han dicho ya de estas
condiciones inhumanas de trabajar.
Cito:
“- Somos de Chihuahua -nos dijo el viejo, una vez que hubimos ganado su
confianza-. Trabajamos
en el campo ..., todos. Toda nuestra vida hemos sido trabajadores del campo
cultivando maíz, frijol y melones en Chihuahua; pero ahora huimos. Si los
patrones nos pagaran lo que prometen, podríamos salir adelante; pero nunca
pagan completo ... nunca. Esta vez el patrón nos pagó sólo dos tercios del
precio convenido y, sin embargo, le quedo muy agradecido, porque nos podía
haber pagado tan sólo un tercio, como otros nos pagaron antes. ¿Qué puedo
hacer? Nada. No puedo acudir a un abogado, porque el abogado me robaría los
otros dos tercios y además el patrón me metería en la cárcel. Muchas veces mis
hijos y yo hemos ido a la cárcel, por pedir al patrón que nos pagase la suma
completa convenida. Mis hijos se indignan cada vez más y a veces temo que alguno
de ellos pueda pegar al patrón o matarlo, y eso sería nuestro fin.
Después de una pausa, continuó:
- No, lo mejor que podíamos hacer, y por último lo decidí,
era marchar. De manera que juntamos lo que teníamos y gastamos nuestro último
peso para pagar el pasaje hasta Torreón, donde esperamos encontrar trabajo en
los campos algodoneros. He oído decir que podemos ganar un peso diario
cuando hay ocupación. ¿Es así, o será allí la misma historia? Acaso sea la
misma; pero ¿qué otra cosa puedo hacer sino arriesgar? Trabajo, trabajo,
trabajo; eso es todo lo que hay para nosotros ..., y nada a cambio del trabajo.
No bebemos; no somos holgazanes; rezamos a Dios todos los días y, sin embargo,
la deuda nos sigue siempre, pidiendo que la aceptemos. Muchas veces he querido
pedir prestado un poco a mi patrón; pero mi mujer siempre se ha opuesto a ello. No -me
dice-, mejor morir que deber, porque deber una vez quiere decir deber para
siempre ..., y ser esclavos. Pero a veces creo que sería mejor deber,
mejor caer en deuda, mejor renunciar a nuestra libertad que seguir así hasta el
fin. Es cierto que me estoy haciendo viejo y me gustaría morir libre, pero es
duro ..., muy duro.”[1]
Fin de la cita.
Estos son tan solo dos
párrafos de un libro fundamental para entender el México de nuestros días. El
libro es México Bárbaro del periodista John Kenneth Turner, publicado en 1908.
Sí, hace más de 100 años, cuando Porfirio Díaz aún era presidente de este país.
Sabíamos, sabemos.
¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo
permitiremos este México Bárbaro?
[1]
Keneeth Turner, John. (1908), México
Bárbaro. Disponible en línea en: http://xa.yimg.com/kq/groups/17282019/467770514/name/M%C3%A9xico%20B%C3%A1rbaro%20%28con%20prefacio%29.pdf
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