El ataque paramilitar contra las bases de apoyo zapatistas
del Caraol I de La Realidad opera de acuerdo al 'modelo Acteal'. ¿Qué implica
el 'modelo Acteal'? Acá algunas notas sueltas para tratar de articular mi
pensamiento.
1.
Es terrible leer Acteal como concepto de guerra
paramilitar que implica el atizamiento de conflictos para atacar los procesos
autonómicos.
2.
El ‘modelo Acteal’ utiliza los programas de
asistencia social del gobierno para entrar a las comunidades y generar tensión
entre las personas que deciden aceptar las ayudas y quienes las rechazan en pos
de construir autónomamente su proceso. Lo que antes fue Solidaridad, hoy es
Oportunidades.
3.
Los ‘conflictos intercomunitarios’ en el modelo
Acteal implica que organizaciones respaldadas por alguno de los niveles del
gobierno institucional inicien un conflicto, al parecer, menor para utilizarlo
como pretexto que justifique la violencia directa contra algún proceso
autonómico.
4.
El modelo Acteal también implica la difusión
inmediata de que el ataque preparado no es un ataque sino un enfrentamiento. La
difusión del ‘enfrentamiento’ levanta un cerco mediático que retarda la
reacción solidaria y siembra la duda sobre la posible responsabilidad de la
víctima.
5.
Los ataques en el ‘Modelo Acteal’ no sólo buscan
agredir a una persona o grupo en específico, sino atacar los símbolos que éstas
personas o grupos representan y enarbolan. En el ataque al Caracol I de la
Realidad, los paramilitares destruyeron la escuela y la clínica autónoma, ambos
pilares del proceso de construcción de autonomía zapatista. Además agredieron a
un maestro del proceso de la escuelita zapatista; machetéandole la boca para
acallarlo; baleándolo en el pecho y la cabeza para destrozar su sentir y
pensar. En el ‘modelo Acteal’ asesinar no es suficiente, hay que destruir los
símbolos de la resistencia.
6.
Los atacantes en el ‘Modelo Acteal’ pueden ser
encarcelados, pero saben que a la larga serán liberados y el crimen quedará
impune.
7.
El asesinato del compañero Galeano y el ataque
al Caracol I es la punta de lanza, una agresión que espera la respuesta de los
atacados y de quienes nos solidarizamos con ellos para planear el siguiente
ataque.
8.
Es decir, no es casualidad, sino un proceso de
ingeniería de conflictos impulsado desde alguno de los niveles del estado para
fomentar acciones de guerra, de violencia, directa contra los procesos de
construcción de autonomía.
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