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Ayotzinapa,
¿qué hacer?
Editorial
para Zigma en la Política del 12 de noviembre de 2014
Pablo
Reyna Esteves (@preynae)
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¿Qué hacer? Frente al
horror, ese horror que habíamos aceptado para poder conciliar el sueño por las
noches, que escondimos debajo de la alfombra para poder caminar hacia lo cotidiano; frente a este horror total, no
el primero, ni el mayor, sino el horror que ya no hemos podido acallar, ¿qué
hacer? ¿qué hacemos?
No sé.
Tengo la impresión de
que no logramos siquiera nombrar, entender la situación que estamos viviendo. Ni
siquiera sabemos de dónde venimos. Comparto algunas de mis notas, de mis
incertidumbres acumuladas en estos 46 días desde que exigimos la presentación
con vida de los 43 jóvenes normalistas de Ayotzinapa.
La guerra no es la paz
del futuro. La guerra es una industria y un mercado. La guerra busca la
perpetuación de la guerra. Es un negocio que produce y gana con la muerte. Esto
es una guerra permanente por la apropiación de los territorios, los bienes comunes,
el control de la oferta y demanda de drogas. Es una guerra contra todas, contra
todos quienes podamos obstaculizar la acumulación de la riqueza de la clase
dominante. Siguiendo a Raúl Zibechi, el narco es el pretexto para la imponer
este modelo que utiliza la masacre como una forma de dominación, de
amedrentamiento colectivo. No podemos seguir haciendo como que la guerra en México
no existe solo porque aún sobrevivo. Ayotzinapa no es un caso aislado.
Ayotzinapa es, tal vez, el último hilo que se aferra a que el tejido social se
desgarre totalmente. Y sí, esto es una guerra, el narco es un pretexto y fue,
es y será el Estado.
¿Qué hacer? ¿Cómo evitar
que esto vuelva a suceder? Creo que tenemos que renunciar a reformar, resanar,
recomponer este modelo. ¿Y si cayera Peña como se grita en las marchas qué? El
siguiente seguiría controlando estas
instituciones hechas para la guerra.
¿Entonces? Construyamos
algo nuevo. Empecemos por conocernos, asumir la incertidumbre y empeñarnos, al
corto plazo, en ser capaces de protegernos los unos a los otros al margen y a
pesar del estado. Defendámonos colectivamente.